
Amigos. Amigas. Para ser gente moderna y estar a la última hay que tener lo que hay que tener en el fondo del ropero. Esas prendas que son las que nos dan personalidad y advierten a los que nos miran de que se están topando con un autentico depredador de piscina municipal, el rey del chiringuito, el jaguar de la disco boite o el tiburón del ambigú.
Si amigos, si amigas hay que tener el atuendo adecuado para medrar en el ecosistema textil y poner los puntos sobre la íes, las cosas en su sitio y para ello es imprescindible tener: Varios pares calcetines de color blanco con sus rayitas azules y blancas y que no le falte el bordado de las dos raquetas de tenis cruzadas en el empeine. Calcetines que van a sacarle todo el partido a las sandalias morunas de mercadillo de miércoles, a los kiowas símil piel de Zapatos El Barato y a los vaqueros pitillo marca Luís el del Chaparral. Es imprescindible tener un par de jerséis con cuello a la caja y con el hermosos motivo de rombos que tanto han hecho por la elegancia. Con elástico de 20 centímetros, riñonero, para marcar abdominal y que se vea bien, el cinturón con hebilla de imitación cobre con un León de las cortes sujetando una bola en la que se lea: recuerdo de Madrid.
Es vital poseer varias camisas en colores primarios para combinar con los sueters de pico en amarillo canario y en rosa palo que se llevan siempre mucho en los saraos playeros en las noches de verano. Por cierto hay editado un manual con las 1000 maneras de anudarse el saquito sobre los hombros, el cuello o la cintura y dar así mensaje subliminales a los del velador de enfrente.
No deben faltar los chemislacoste y fred perry superpuestos para, con graciosa naturalidad, conjugar los distintos tonos de piqué.
No se considera derroche para el ciudadano elegante la bermuda tropical con bolsillo lateral y cordón elástico, terminado en unas bellotas de plástico, a juego con el poliéster negro de la riñonera en la que se puedan llevar cómodamente las llaves de la C-4 y el número de la taquilla del vestuario.
Imprescindibles las siempre recurrentes T-Shirts con la leyenda: alguien que me quiere mucho me ha traído esta camiseta de O Grove. El reloj de pulsera regalo del chiringuito de la Playa: de la hora con J.P.
El tubo colgado al cuello para guardar el billete de cinco euros y la sortija que regalaba un maraca de chopper por comprar cuarto y mitad.
Y por supuesto una gorra de visera, que coqueta, anuncia pinturas plásticas de La Chica.
Con todo esto ya no será necesario mayor inversión en v estuario será el rey del verano, el rey a su aire
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