Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2020

La ITI es un “Macguffin”

Desde hace unos meses que andan los actores políticos de aquí para allá y de allá para aquí dándole vueltas a los millones de la Inversión Territorial Integrada, la celebérrima ITI, y en qué se los van a gastar. Una día sí y otro también los papeles y los micrófono recogen las declaraciones de los artistas protagónicos, secundarios y hasta de los extras que están para hacer bulto y ruido en la escena, sobre el destino de los más de 400 millones que van a llegar a esta provincia tan ajena a las alegrías presupuestarias y tan huérfana de cariño administrativo. Qué si una carretera, que si un polideportivo, que si una rotonda, que si una plazoleta, que si un teatrico, que si una piscineja, que si tal que si para cual y para lo de más allá. Así llevan semanas amasando la ITI y sus dineros de comarca en comarca y de casa consistorial a casa consistorial prometiendo que la lluvia, de millones, está al caer y que habrá que ir comprándose cubos, barreños, damajuanas, orzas,   tazones, ol

IMPULSANDO

Antes la gente hacía cosas. Se ponían manos a la obra y comenzaban a trabajar. Ahora no se hacen cosas. Ahora se impulsa. Impulsar es el nuevo mantra de la clase dirigente. Estamos impulsando esto, impulsamos aquello y lo de más allá. Se van a un descampado a hacerse fotos o delante de una barricada de neumáticos ardiendo y escriben: aquí estamos impulsando el desarrollo territorial o impulsando las justas protestas olivareras. El impulso. Esta palabreja se ha   colado en el neolenguaje oficial y yo mismo me sorprendo en el bar impulsando unos tercios de El Alcázar con los compañeros ¡Impulsando una de champi! Canta el camarero mientras pone la tapa. Es la era del impulso. Así suena mejor en las noticias oficiales y viste más en los titulares de los periódicos y los pies de foto. Para ser sincero a mi me produce cierta ternura ver a nuestros próceres ataviados con chubasqueros y chalecos reflectantes. Se mueven con esa torpeza del cachorro al que se le pone por primera vez el coll

LA ESPAÑA CIRCUNVALADA

Más allá de las barreras quitamiedos. Más allá de la alambrada de los caminos de servicio. Más allá de los cambios de sentido, de los pasos elevados de las autovías que pasan por la provincia de Jaén aún quedan los restos de una cultura casi perdida. Una forma de ganarse la vida que se nutria de los viajeros que hacían parada y fonda en algunos de los pueblos que fueron creciendo abonados por el trasiego de los que iban de un lado a otro. Eran tiempos con otros ritmos en los que ir de capital a capital tomaba horas y hasta días. No cómo ahora en los que los veloces automóviles pasan de largo por las lomas sin atisbar poco más que campanarios, una oxidada señal indicando un restaurante climatizado o el esqueleto de algún edificio en el que se vendían cerámicas postales y burros de esparto. Basta salirse de las grandes carreteras para ver los restos de bares con las ventanas cerradas por tablones roídos por la carcoma y rótulos destintados por los años. En sus muros cuelgan, com