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Mostrando entradas de mayo, 2018

EL MOTÍN DE LINARES II

No bastó el silencio administrativo a las 35.000 instancias que depositaron en la ventanilla de ministerios y consejerías otros 35.000 vecinos con sus pólizas y sellos correspondientes. No hubo respuesta sólo el acuse del golpe recibido que intentaron disimular con una forzada sonrisa de normalidad que más bien parecía un rictus que les desencajaba el rostro. No bastó la callada como única respuesta al movimiento de toda una comarca que no se conforma con sobrevivir de las pensiones de abuelos y prejubilados. Miles de linarenses, gentes de Guarromán, La Carolina, Bailén, Carboneros. Baños de la Encina y del resto de la provincia volvieron a echarse a la calle para pegar un puñetazo en la mesa y que los rostros de los gobernantes se giren y vean que el problema sigue aquí. Que no basta con declaraciones y visitas oportunistas en las que hay mucha letra sobre aceleradoras de empresas, coaching work, coworking, I+D+I, yacimientos de empleo, startup, networking, nichos de oportunida

ZEUS Y LOS TUNANTES

A falta de dineros propios, que se han gastado en otros dispendios y otras tierras, los administradores de la provincia y sus ciudades están haciendo de dioses serranos en sus roales olimpos. Siguen vivienda ajenos y distantes a lo que pasa en lo hondo de los valles allá dónde viven quienes les auparon a los altares. Pero algo preocupa últimamente a tan principales y principescos personajes. Un olor a desconfianza que flota en el aire les obliga a mesarse las nobles cabelleras y discurrir cómo y de qué manera podrían traer algunos de los denarios y riquezas que prometieron iban a dejar caer en forma de dádivas desde sus cumbres y moradas. Pasa el tiempo y si no se hace algo diferente a la nada nada sigue ocurriendo y, como en la historia interminable, la nada termina comiéndoselo todo y eso no se lo pueden permitir a estas alturas de la vida que, la peña de peñas arribas, se creía sería eterna. Despidieron a quienes les sostenían la corona de laurel y les susurraba que no eran i

DE LO RARO QUE ES EL TRABAJO

El curro no es una mascota. El trabajo se ha convertido en una lujosa condena. Una prisión en la que sólo unos cuantos privilegiados tararean sixteen tons en horario laboral. Las máquinas se están quedando con casi todos los turnos. Los 1 de mayo están siendo cada vez más robóticos y mecanizados. El trabajo desaparece ante nuestros ojos y se le da menos importancia que a la supervivencia del lince. Miles de personas en esta provincia jamás volverán a trabajar tras el desmantelamiento de la industria sufrido en los últimos años. Para ellos ya no hay un paso con malla cinegética o una señal de advertencia: peligro cruce de desempleados de larga duración. Carreteras a ninguna que aíslan a los pueblos en una detenida imagen de plazas y casinos llenos de desesperanza.  Al de la ventanilla de la caja de ahorros lo han cambiado por una caja de luces y ranuras que pocos o nadie quieren entender. Las cartillas se han quedado obsoletas y de poco sirven en los supermercados que le han ido dan