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La ITI es un “Macguffin”


Desde hace unos meses que andan los actores políticos de aquí para allá y de allá para aquí dándole vueltas a los millones de la Inversión Territorial Integrada, la celebérrima ITI, y en qué se los van a gastar. Una día sí y otro también los papeles y los micrófono recogen las declaraciones de los artistas protagónicos, secundarios y hasta de los extras que están para hacer bulto y ruido en la escena, sobre el destino de los más de 400 millones que van a llegar a esta provincia tan ajena a las alegrías presupuestarias y tan huérfana de cariño administrativo.
Qué si una carretera, que si un polideportivo, que si una rotonda, que si una plazoleta, que si un teatrico, que si una piscineja, que si tal que si para cual y para lo de más allá. Así llevan semanas amasando la ITI y sus dineros de comarca en comarca y de casa consistorial a casa consistorial prometiendo que la lluvia, de millones, está al caer y que habrá que ir comprándose cubos, barreños, damajuanas, orzas,  tazones, ollas y lebrillos para evitar que se vaya por el sumidero de la burocracia.
No hay reunión en la que no se diga hay que darse prisa, los plazos se acortan, hay que preparar memorandums, dosiéres, proyectos y suplicandos para que los prebostes suelten la pasta.
Pero hasta el momento sólo hay titulares y ni ún sólo euro para la ITI. La Inversión Territorial Integrada es el “Macguffin” de turno que están utilizando en este momento para con la gente de Jaén. “Macguffin”, ya saben es ese invento del gran Alfred Hitchcock para hacer avanzar la trama y la acción de una película, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí.
“Es una excusa argumental que motiva a los personajes y al desarrollo de una historia, pero  que carece de relevancia por sí misma”. Hitchcock le contaba a Truffaut que para saber si tenemos entre manos un buen “Macguffin” es que este sea intercambiable por otros tipos de excusas argumentales. Cámbiese la ITI por la plan Activa, el Tranvía, la Ciudad Sanitaria o la Facultad de Medicina y vemos como desde el punto de vista de la audiencia esa excusa no es lo importante de la historia narrada. Lo importante es el rédito electoral que se pueda conseguir y dar a entender que lo que vemos en pantalla es un río de fuertes corrientes cuando en realidad se trata de un estanque que apenas supera la categoría de charca.
Hitchcock afirmó en 1939 sobre el “MacGuffin”: «En historias de rufianes siempre es un collar y en historias de espías siempre son los documentos». A esto podríamos añadir que en política el “Macguffin” son los presupuestos entre los que van y vienen nuestros héroes protagonizando su trama.
Espero que esto de la ITI no acabe como el dinero que roba la protagonista de Psicosis. Ese dinero dejar de ser importante y se olvida a la mitad de la película. A partir de ese momento  la historia que comenzaba como una de polis y ladrones se torna en una de asesinatos terrorificos.
Eso sí, como a Hitchcock el talento a los creadores de estos “Macguffins” provinciales, hay que reconocérselo. Sobre todo en un día como hoy que hemos conocido a los ganadores de los Oscar

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