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Mostrando entradas de noviembre, 2017

LADRONES DE FLORES

Quizás la mejor definición de lo que es un microsegundo se encuentra en el tiempo que transcurre entre que el semáforo se pone verde y te pita el coche que tienes   detrás. Haga usted la prueba si no me cree cuando esté detenido ante la luz roja. Un parpadeo es una eternidad cuando se dispone del color verde. Pero antes de que le piten les cuento que esto viene a colación de lo que me cuentan que pasó este fin de semana en el centro de la capital y que bien podría extrapolarse al resto de ciudades de la provincia. Me refiero al robo de macetas y flores que el ayuntamiento había instalado para adorno y solaz de los paseantes. No tardaron los facinerosos en llevarse los pimpollos a manojillos dejando los   parterres y arriates públicos como un vestuario tras pasar por allí el Peníscola Fútbol Sala (busquen las páginas de deportes de este periódico cómo quedó la cosa en la Salobreja). No hay derecho. Todos los años nos roban las flores. Flower Power to the People. De estar vivo Lenno

ROTONDAS

Cuenta mi colega Poveda, en estas páginas de Ideal, que a partir de hoy se van a vigilar, y de qué manera, las rotondas de la ciudad para que a la gente no se le vaya la olla y empiece a hacer pirulas con los coches y las motillos. Quieren evitar que se sigan tomando a choteo y por donde les salga de la palanca de cambios los carriles de entrada y salida de estas plazoletas. Una rotonda es una cosa muy seria y es también un invento francés que importamos con el fromage bleu, el rimmel o la malafollá parisina. Pero si hemos aceptado de buena gana que el queso tenga tonos de azur de puig, que la sombra de ojos sea un must en cada bolso y lo de encararnos a lo Eric Cantoná con los árbitros de la premiere league, no hemos conseguido ni sabido meter y sacar el coche de manera correcta por una rotonda. No nos entra en la cabeza. La rotonda nos suda el volante. Nos la tomamos a pitorreo. Nos la tomamos al tresillo, al bies, de chaflán, a su amor, de bisectriz o dibujando una recta secante

UN LÍO

Es raro este lunes de urgencias en los armarios sacando abrigos y chaquetones para pelearse con este frío que ha llegado embozado en la tibia capa del verano, que cómo un primo gorrón, se niega a irse de nuestra casa. Es raro este lunes de giros imposibles por el centro de Jaén. Los gepeeses patinan en el hielo de las nuevas señales y los cambios de dirección. Sólo nos faltan los reporteros de la realidad en directo para contar, con un atasco de fondo, que las calles están atascadas. Se trata de un clásico invernal. Mientras todos aprendemos a conjugar el presente de indicativo del verbo peatonalizar. Miedo me da tener que hacerlo en subjuntivo. Ya me lloran los ojos ná más que de pensarlo. Pero como les contaba basta con que nieve en la Pandera o en el Pico Mágina para que manden a un aterido periodista para que enseñe a cámara lo que podemos ver subiendo las persianas del balcón: que las nieves blanquean las crestas de esta provincia. Lo que sale por la pequeña pantalla (ya no d