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Mostrando entradas de octubre, 2014

RABICOS

No hay mejor rabico de pasa que el inicio de la precampaña y la cercanía de unas elecciones. Cuanto más reñidas mejor. No hacen falta ni memorina ni recordex en grageas o jarabe. Lo mejor para recuperarse de la amnesia de estos últimos años es que los partidos se pongan a elaborar las listas electorales. Así que, nada más empezar el proceso en la provincia, a la peña de la cosa pública comienzan a regresarle a las cabezas, surgiendo de entre las nieblas del olvido, vestidas con los jirones de la túnica del compromiso, las carreteras a medio hacer, los edificios a medio hundir y los planos sin pasar a limpio. Un fenómeno que se extiende por toda la geografía española a estas alturas del mandato, pero que en Jaén es mucho más rápido y mucho menos traumático. En esta provincia lo de la nemotecnia está chupado, no son necesarias el uso de complicadas técnicas para que se abran algunos de esos cajones del cerebro. No son necesarios los fórceps para extraer de la memoria la cantinel

VIRUTAS

Pues la magia del bricolaje parece que llegará a Jaén. Ya seremos como el resto de provincias andaluzas y tendremos acceso, rápido y fácil, a los tableros de contrachapado de okume y las ofertas en brocas widia de cromo-vanadio. La modernidad está en un lápiz de carpintero y la posibilidad de lijar, excéntricamente, los listones de pino para construir el banquito del jardín. La política municipal se ha convertido en una caja de herramientas. Al partido rezando y con la almádena dando allá donde más le pueda doler al adversario. Metros flexibles y niveles con puntero láser son los mejores aliados de los colocaestanterías y fabricalistas   para armar el armario; de la candidatura; en el que todos quieren entrar y muy pocos salir. Ya se comienzan a oír los martillos de cabeza redonda golpear en las cabezas de clavos y puntas. Más fuerte al que más sobresale. Sobresalir se paga recibiendo. Se oye ya el giro de los tirafondos y el crujir de los taladros avellanando los mamparos de lo

Ñ

La campaña es una campana a la que se la ha nublado el badajo. La precampaña es un trozo de bronce sin pasar aún por la fragua pero con la «ñ» colgándole para que los discursos la bruñan y taña. La eñe es una señora letra que ahora suena mucho y no sueña por que ya no la dejan con tanta leñe de buscar el voto cada cuatro años, que si no fuera por ella serían cuatro anos vociferando para que los desdeñosos les abrieran el caño para que los sufragios vuelvan sus cañas lanzas (si ganan) y sus añagazas sinceridades (si pierden). Andan ya con la precampaña dando el coñazo en la precampiña. Los moños quieren volverse monos y las manos se hacen de Aragón, es decir maños mañosos que hacen del Ebro, un hermano del Miño, que tiñe de fresco la ribera. Peñas arribas se nos van los barandas. Son como hienas disfrazadas de ñúes, quieren darnos pena. Artimañas que comienzan a chorrear por los muros virtuales. Tanto que el pájaro del twitter ya necesita un baño. Cabaña, esta de la política loca