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CÓMO SIGUE MOLANDO VIVIR EN JAÉN


Hace diez años publiqué este artículo. Ha pasado una década y todavía sigue habiendo motivos, puede que más que antes, para ponerlo en estas páginas porque cómo sigue molando vivir en Jaén. Esto es un autentico paraíso en el que la vida transcurre apacible, sin sobresaltos y sin que se monten unos tremendos pollos cada vez que el tren de cercanías no llegue por culpa de una catenaria averiada.
1º, en Jaén no hay cercanías y por lo tanto estamos libres de esos soberanos sustos y 2º, aquí la peña no es tan tocapelotas como lo son catalanes y madrileños, que por que se colapsen los servicios ferroviarios o se inunden tres tramos de la M-50 empiezan a dar el coñazo con que en esas circunstancias no se puede vivir, que se quedan sin puente esa semana, que si las vacaciones se les estropean...
Fíjense, sin ir más lejos, aquí en Jaén somos tan longevos por que no nos hacemos mala sangre con lo del tren y con lo de las autopistas de peaje. Aquí se cortó la vía del tren en Las Madrigueras y a la peña la montan en un autobús hasta pasar Linares-Baeza y van tan contentos sin que les griten a los micros de los telediarios que lo que ocurre es tercermundista: primero en autobús, luego andando, luego en el coche de San Fernando hasta que llegas a tu vagón… disfrutando del paisaje que tenemos en la provincia y sin joder a nadie con la cantinela de que llegas tarde a la boda de tu prima o a recoger la llave del apartamento.
Ya ven, aquí una tormenta se lleva la vía, el talud, las traviesas y no nos enteramos de que hasta sabe Dios cuando por ahí no pasan los trenes y Santas Pascuas. Con tranquilidad, con dos güevos.
A quién le molesta el ruido de los aviones al despegar en esta provincia…pues a nadie… que para eso hemos sido mas listos y les hemos colocado las pistas a los granadinos para que ellos apechuguen con las molestias y nosotros a la breva, a lo bueno, a recibir turistas a mogollón que están las estadísticas que se me salen de las celdillas del Excel.
Y si nos hemos librado de la contaminación acústica de los A-380 y los Jumbo que me dicen de nuestra astucia y sagacidad que nos ha escaqueado de aflojar peaje en las carreteras y de la sangría del tío de la caseta.
Si es que aquí vivimos como Dios. Sin sobresaltos, ni repelús. A ver amigo lector cuándo fue la última vez que tuvo que hacer cola para entrar al teatro a disfrutar del Rey Lear, pues nunca. Por que aquí hacemos cola para cosas importantes, como para ir al médico o para firmar la tarjeta del paro, o para coger la tapa de las cañas, porque esa es otra, dónde ponen tapas gratis con la cerveza. Si es que hay que dejarse de tantas chominás y disfrutar de lo que se tiene.
Además los españoles ya no se conforman con nada y están siempre dando por saco, no como nosotros que estamos tan contentos y tan longevos con este aceite de oliva que es un primor para el colesterol, que ni los japoneses viven mas que nosotros y por eso se suicidan como lemingos, seguro que es por que les nubla la cabeza al ir montados en el tren bala que tienen en Tokio, que eso no tiene que ser ná bueno el correr tanto ¡coño!
Espero que dentro de otros diez años, si este Poyete sigue en pié, no tenga que volver a publicarlo.


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