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REBAIXES




Es tiempo de rebajas. Temps de rebaixes que me dice mi espotifai, entre canción y canción de Ceronoventayuno, contaminado por el ambiente de cánticos regionales que se respira. Hasta la publicidad me sale en el idioma de Pla. Anda la cosa rara muy rara. Si Prim levantara la cabeza se la doblaban otra vez, por el enorme peso, los testículos de su caballo. Mandan los güevos equinos mientras los callejones de la política se enrevesan como la trama de una aventura de Poiret. No se puede uno tomar un café sin que le asalte en la barra del bar la duda sobre si ha madrugado para tangarle los impuestos a los que defienden el prussés. Cada tostada me sabe amarga porque está regada con el aceite del per. Ahora resulta que poner a toda leche el Qué Bonito Está Jaén del Payo Juan Manuel es de ser españolistas y centrípetos. Hay que tener sensibilidad con las minorías. Se les olvida a muchos defensores de la plurinacionalidad que está provincia ha sido sensible y generosa. Tanto que se ha dejado desangrar en intermitentes oleadas de emigrantes que han dejado tullido a este terreno al que le duele el muñón de la generación perdida. Al que le escuece la herida abierta por la que se le siguen yendo los que tendrían que apuntalar el futuro de estas campiñas olivareras y quebrancías serranas. Así nos van las cosas mientras que nuestros representantes juegan al risk olvidando que el mandato que tienen es el de arreglar los problemas y no crearlos. Las urnas les ordenaron que se pusieran de acuerdo. Que aportaran orden y concierto y por lo que se ve, se oye y se lee no están por nuestra labor. Más bien están por la suya. La gente lo que quiere es llegar a final de mes. Se diga como se diga en cada valle o altiplano. La gente lo que quiere es que la dejen en paz porque está hasta el gorro de asaltar palacios de invierno para que luego les asalten a ellos la cartera con el diezmo en nombre de tal cual revolución, tal o cual rey o tal cual la república. Temps de rebaixes en todos los sentidos. Tempo de vendas en las expectativas que teníamos para que algo mejorara. Denbora ren deskontuak en las esperanzas de poder alcanzar un objetivo común. Menudo escaparate

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