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COCINAS

En Estamos en el Aire también hablamos de cocina:



Las cocinas cada vez se parecen menos a las cocinas. No hace mucho tiempo uno sabia si entraba a la cocina de una casa porque veía sartenes, el horno, el frigorífico y la alacena con los cazos, vasos y platos y el único enchufe estaba ocupado por la radio que siempre emitía el sonido de Filadelfia a la hora de la leche con el Cola Cao


Ahora las cocinas no parecen cocinas y se han convertido en un trasunto del puente de mando de la Enterprise. El frigorífico está panelado y escamoteado con láminas de madera noble que sólo dejan una ventana para la pantalla de cuarzo líquido para controlar las funciones del electrodoméstico. A su lado en cromo, plástico y fibra de carbono se apilan, en imposibles diseños, maquinillas de batir que parecen sables láseres, pela patatas que más lucirían como camafeo en el canalillo de la princesa Leia y tostadores vintage que emiten un aroma a ozono pino mientras doran el pan con el nombre de quien se lo va a comer.


La puerta del horno aparece pulsando un resorte en la pared y los platos, por mor de la modernidad, ya son de todo menos redondos y los vasos de cualquier cosa menos de duralex.


Hay una campana extractora, desescamadores para el pescado, unos alicates para abrir el marisco que es casi igual que el cascanueces de toda la vida. Un termómetro para el vino, aunque no se vea ni una botella, un salvamanteles para un lugar en el que siempre se come fuera.


Lo dicho las cocinas ya no son lo que eran. Hasta la sarten le dice al cazo: “don´t get closer to me dirty pig”

Comentarios

Jorge Pastor ha dicho que…
El enorme daño que le ha hecho la teletienda al concepto de cocina. Me he divertido mucho leyendo tu artículo, maese Antonio
Antonio Agudo ha dicho que…
Creo que seguiremos explorando los cambios que han ido sucediendo en las casas con el paso del tiempo. Un abrazo Jorge

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