
He pasado por muchas veces por debajo de la montaña en la que hunde sus raíces la fortaleza del Sol, que es el primer edificio que ve amanecer en la ciudad. He pasado por debajo de esas rocas en las que se agarran los cimientos de una ciudad que ha crecido con la historia que han ido viviendo sus gentes.
He cruzado muchas veces por entre la maraña de sedimentos, arenas, piedras y grava que el paso de los siglos han ido dejándose caer y que corona un soberano castillo que invita a detenerse y a conocer a los que allí viven.
He cruzado tantas veces por allí que siempre imaginaba que la montaña era sólida inamovible, fija un ancla para sujetarse en tiempos de tribulación.
Pero como bien sabemos hasta la tierra, ese suelo que pisamos, es capaz de jugarnos la más terrible traición y empujar para derrumbar, entre un bramido de ondas invisibles, ilusiones y sueños, en un minuto cambiarle la vida a decenas de miles de personas en una tarde de mayo que ya es historia.
Pero si la tierra tiembla con más fuerza hará que agarrarse a las certezas de que los lorquinos, como han venido demostrando en estos días, son capaces de dar seguridad hasta en la más severa tribulación y que lo que ha ocurrido es el punto de partida para que la vida continúe y que en Lorca, el castillo del Sol siga viendo primer amanecer y avisando a los vecinos de que un nuevo día ha comenzado en esta tarea sin fin de construir y reconstruir, que el ser humano es el único capaz de rehacer el lugar en el que vive.
Hoy Todos somos Lorca, como ayer y como lo seremos mañana
Comentarios
Soy de Lleida y mi novia es y vive en Lorca...Se llama Antonia Maria...y es maravillosa...todos los meses atraviesa España para pasar un fin de semana...hoy debería estar aquí conmigo pero ese terrible terremoto lo ha impedido...es mi ángel de la guarda. Por suerte está bien..la semana santa pasada estuvé con mi hijo en una casa de esas que tiene el punto amarillo... hoy quiero enviar un abrazo a todos los lorquinos y decirles que sé lo que eso de dar seguridad para que la vida continue...que habrá luz y mucho sol al final del túnel, que el maravilloso manto de la Virgen de la Amargura del paso blanco se unirá por una vez con el paso azul y que todo se resconstruirá...que habrá camino y agua..su alcalde dijo en panocho que hacen falta "perras", todos debemos ser solidarios..a veces hay que luchar quijotescamente contra los elementos, con la fe que mueve montañas...con confianza en el futuro...yo que llegué en tren creo que la próxima estación siempre debe llamarse esperanza.
Caer y volver a levantarse es la vida.
Ser fuertes ante el dolor.
No hay más.
Saludos
Un abrazo