Ir al contenido principal

EL "SPEAKER"


A mi siempre me ha llamado la atención la riqueza, la variedad, la pluralidad de estilos que uno se encuentra en el apasionante mundo del “speaker”, palabra que al final fue vencida por la expresión más castiza y española de comentarista futbolístico. Y es que hay comentaristas para todos los gustos, para todos los públicos y para todas las profesiones.
Y si no me creen un día cualquiera pueden hacer la prueba frente al televisor o escuchando la radio y se darán cuenta de que cada comentarista pertenece a un gremio bien definido.
Y vamos con ejemplos. Está el locutor que abandonó medicina en segundo de carrera, pero que en anatomía era un portento y dice eso de:
“el centrocampista controla la medular” como si el centrocampista fuera un neurocirujano que está poniendo unas grapas entre las vértebras.
O va y dice que “fulano es el cerebro del equipo”, pero nunca desvela quien es la pierna, el codo o el esfínter del club en cuestión.
O se mete en honduras en el quirófano y grita: ¡ese delantero es un autentico bisturí del área” o “está achicando espacios” como si fuera una gasa taponando una hemorragia.
Y qué me dicen cuando confunden un regate con un trauma renal: “ es que le ha "partío" la cintura”. ¿y cuándo analizan los síntomas del club que va perdiendo por 5 goles a cero?: “si es que están desorientados. Este equipo no tiene tensión. Están sin tono muscular”
A que lo único que les falta en el análisis es: malestar general, somnolencia, fiebre, pequeñas venas varicosas…? Si es que se atreven hasta meterse en la vida íntima de los delanteros y gritan ante el micrófono: “¡¡¡¡menudo gatillazo!!!! Como si ha la gente le importara que el delantero está flojo con la parienta. Al aficionado lo que le importa es que ha fallado un remate y que el tanto no ha subido al casillero, al de su equipo, no al del lecho conyugal.
Aunque eso sí, a pesar de tanta medicina y ciencia al final, cuando la cosa se complica de verdad, todos se ponen debajo del grifo del agua milagrosa.

Otro día les hablaré del comentarista bélico, que los hay y de que manera.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
La verdad Agudo es que si uno tiene la costumbre de poenr la radio y ver el partido en TV, tendrá una amplia variedad de refrencias como la que comentas. Ahora que está la Eurocopa en marcha, me gusta Camacho -¡qué tío!, los de Onda Cero o los chicos de Abellán. Cierto que no oigo a Pepe Domingo Castaño, pero ayer lo vi en un corto de Cuatro.
A mis hijos los acostumbro a lo mismo: en la rdio todo es más pasión. Y para ver ya tiene la caja tonta. Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Es tal la fuerza de la palabra y del lenguaje que por eso los que gobiernan intentan retorcerla e inventarla para su beneficio.
Se olvidan de que el idioma si es el de pueblo y en su uso no delegamos el voto a ninguna élite.

Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
recuerdo de niño que también mandábamos al defensa a por tabaco, el portero salía a por uvas, hacer una cachita o cachear era hacer un regate. No éramos ni fumádores, ni vendimiadores, ni policías, pero ¡cómo disfrutábamos en el patio dándole patadas al bote de batty-ram, como si fuera un "esférico" o el "cuero"! Esa esa es la radio y tú lo sabes mejor que muchos. Prefiero una metáfora que una patada al diccionario (encimar y cosas así).

Entradas populares de este blog

CAGANÉ ESTREÑIDO

En Cataluña dicen que van a cambiar la Navidad por la fiesta de invierno y la Semana Santa por la fiesta de la primavera. Una consejo del Consejo Escolar de la región. Es decir que el popular "caganer" se quedará sin sitio para hacer sus deposiciones ya que en la fiesta de invierno no caben tampoco los belenes. La verdad es que cada día que amanece el número de tontos crece y no paran de buscar agujeros para meter la pata por decreto. Por el momento en los colegios de Jaén está permitido que los chavales se deseen felices Pascuas, pero si la ola catalana prospera de dificil manera se podrá casar ideologicamente la imagen de la alcaldesa socialista entregando, arrobada, su bastón de mando a la imagen de Nuestro Padre Jesús con esta mania de sustituir el crucifijo por una foto del presidente autonómico o a los reyes magos por un vejete con sobrepeso vestido de terciopelo rojo.

METER LA PATA HASTA EL CORVEJÓN

Lo de meter la pata hasta el corvejón es algo innato en el ser humano desde la mas remota antigüedad. De hecho si los animales tuvieran esa capacidad, que no la tiene todavía, dirían hemos metido la pierna.Quizás la primera gran metedura de pata de la historia fue la del “hombre antecesor” mientras caminaba por la sierra de Atapuerca, con tan mala fortuna que a meter la pata en la sima de los huesoso y o volvió a salir de allí hasta un millón de años después.Metió la pata también, Viriato, al elegir a sus colegas de farra guerrillera o al pagarles un sueldo tan esmirriado que en cuanto vieron brillar el oro romano tomaron las de VilladiegoY es que todos metemos la pata pero lo peor es que quede escrita en la historia por los siglos de los siglos y lo que era algo articular pasa al dominio público para que se publiquen libros y se hagan chascarrillos.Otro gallo le hubiera cantado a Dupont, mucho menos el de la cárcel de aquel castillo, si no hubiera metido la pata en Bailén, donde Casta

DIARIO DE UN CONFINADO II

A lo largo de las últimas semanas se está produciendo un fenómeno curioso. Basta con poner atención para percibir el latido vital de nuestros pueblos y ciudades. Abran sus balcones y ventanas y oirán lo que siempre pasaba y que no percibíamos. El encierro al que estamos sometidos los ciudadanos y a la parálisis obligada de sus herramientas y mecanismos está sacando al primer plano todos los ruidos que quedaban sepultados por la cacofónica actividad de nuestras rutinas diarias. El trino de los pájaros es una de las voces principales y las conversaciones de nuestros vecinos, con un poco de atención, se vuelven inteligibles y nos damos que las nuestras también pueden ser oídos por el resto de nuestro barrio. El silencio de los primeros días de confinamiento nos había atronado los oídos y estos, poco a poco, van sacándoles los matices a esa irreal banda sonora que por primera vez escuchamos. Estamos en momentos de muchas primeras veces. Estamos estrenando sensaciones que teníamos aga