Si miras bien cuando despliegas el interior del Pendulum de los Creedence me puedes ver haciendo el gañán encima de los hombros de un tipo de Granada, jaleando a Jonh Fogerty en el solo de guitarra de Suzie “Q”. Yo estuve allí y también estuve en el hotel California tomando champaña rosa con un tipo al que le apodaban el águila y que no veía más allá del mástil de su guitarra. Luego me fui a Canadá para ver en el lago Ontario el humo en el agua que inspiró el riff de guitarra de la historia. Smoke on the Water y una cerveza en la caravana de Miguel Ríos para decirle: buenas noches, bienvenido hijo del rock and roll y sacarle los colmillos. Que para eso soy un aliado de la noche y cabalgué en sueños eléctricos a bordo del Mercedes Benz que me compró Janis Joplin en cuanto me saqué el carné para conducir por la Higway to Hell dando caña con un loro que lo mismo funcionaba a corriente continua o alterna y que luego fue conocido como AC-DC.
Así que me puedes encontrar en el Made in Japan de los profunda púrpura dándole caña a la máquina de humo y en la portada del Sargento Peppers disfrazado de Bob Dylan, ya que nunca llegó a la sesión de fotos. Yo fui quien compró la cartulina de la portada del doble blanco de los Beatles y el mecánico del Cadillac Solitario cuando a Loquillo se le fue la trócola bajando desde Montjuich a tocar en el Palau.
También freí los pollos que motejaron a Ramoncín y puse en marcha el ventilador en el clima de Como una Ola de la Jurado.
También se me ha visto embarrado en Woodstook y cogiendo el Ferry hacia Wight. Llegue antes que nadie a los acantilados de Dover con mi Vespa y me gane el equipo cuadrafónico del premio. Rompí la camiseta de Johnny Rooten y trabajé en la peluquería donde le hacían el cardado a Alaska.
Yo estuve allí y en otros muchos sitios, pero nada ni nadie puede estar siempre en la cresta de la ola. Mi carrera cayó, perdió peso y ahora meso la baraba del Mojino Escocio y cuido de los guarrillos del corrá del Opá del koala, o sea el Koalón y en mis ratos libres lo doy todo poyeya… por la música escondido entre las íes griegas.
Así que me puedes encontrar en el Made in Japan de los profunda púrpura dándole caña a la máquina de humo y en la portada del Sargento Peppers disfrazado de Bob Dylan, ya que nunca llegó a la sesión de fotos. Yo fui quien compró la cartulina de la portada del doble blanco de los Beatles y el mecánico del Cadillac Solitario cuando a Loquillo se le fue la trócola bajando desde Montjuich a tocar en el Palau.
También freí los pollos que motejaron a Ramoncín y puse en marcha el ventilador en el clima de Como una Ola de la Jurado.
También se me ha visto embarrado en Woodstook y cogiendo el Ferry hacia Wight. Llegue antes que nadie a los acantilados de Dover con mi Vespa y me gane el equipo cuadrafónico del premio. Rompí la camiseta de Johnny Rooten y trabajé en la peluquería donde le hacían el cardado a Alaska.
Yo estuve allí y en otros muchos sitios, pero nada ni nadie puede estar siempre en la cresta de la ola. Mi carrera cayó, perdió peso y ahora meso la baraba del Mojino Escocio y cuido de los guarrillos del corrá del Opá del koala, o sea el Koalón y en mis ratos libres lo doy todo poyeya… por la música escondido entre las íes griegas.
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