Ir al contenido principal

MEMOS Y MEMES


Ha pasado el tiempo de los memes y de las parodias en videos de instagram y tiktok. Esto va en serio. Tanto que a mucha gente le está costando la vida. Lo de salir todas las tardes al balcón se está convirtiendo en una rutina obligada por una situación de la que nadie conoce antecedentes y menos aún tienen experiencia para acometerla y gestionarla. Estamos haciendo historia. Estamos escribiendo los libros que se editarán dentro de unos años y no sabemos aún cómo y dónde poner la palabra fin. La verdad es que verles las caras a nuestros representantes por televisión es algo que mueve a la intranquilidad. De alguna manera, ignoro si es torpeza o habilidad del Covid-19, los politicastros no paran de dar positivos en los test de coronavirus. Son tan vulnerables, como los demás a este enemigo invisible, inesperado, implacable e impredecible. Asñi que salen por la pequeña pantallas con un rictus desencajado, con los nudos de las corbatas torcidos y con las manos nerviosas de tanto habérselas frotado con las reservas oficiales de gel desinfectante. Mientras los de siempre se baten el cobre en el pasillo de los hospitales. Unos atendiendo. Otros siendo atendidos. La mayoría participando de figurantes en esta historia que nos ha cambiado la vida profundamente. Ya se verá cuánto cuando podamos salir a la calle y la normalidad se recupere y las urgencias por obtener mascarillas y alcohol den paso a las prisas por pedir responsabilidades por algunos de los comportamientos que estamos viendo, sufriendo, aguantando y soportando.

Ahora lo importante es mantener la disciplina y seguir las recomendaciones de no salir a la calle si no es estrictamente necesario. No, no nos están pidiendo ir a la batalla del Somme o a desembarcar en la playa de Omaha en Normandía. Tampoco vamos a tener que estar en un sótano de una casa Siria soportando un bombardeo de años. Ni siquiera tenemos que salir a por el pan bajo la letal mirada de los francotiradores en Sarajevo. Es todo mucho más fácil. Basta con lavarse las manos a menudo, no tocarse la cara, aguantar el tipo y a  los tipos que tenemos en la casa que son de nuestra familia.
No entiendo ese empecinamiento en salir a correr por las bravas. Ver a esa gente que jamás ha tenido perro secuestrar a chuchos callejeros para ponerles un collar y tener una excusa para dar un paseo. Tampoco se mete en la cabeza a esas personas que van a comprar al supermercado más lejano de su barrio por andar un rato, cuando la vida era normal, metían el coche hasta en la tasca con tal de no andar 300 metros. Tampoco entiendo a todos los que intentan cargar de ideología a un virus que se traslada de una persona a otra con las gotitas de saliva que expulsamos al hablar. Y ellos no paran de cascar que lo privado, que lo público, que lo mío, que lo tuyo, que lo nuestro… no es tiempo de memes. A los memos se les está cayendo el disfraz. Ahora no podemos tocarnos la cara pero, cuando esto pase, a algunos había que tocársela bien por idiotas e inútiles. Hay políticos que lo mejor que habrán hecho en esta crisis es contagiarse con el Covid-19. 

Ahora me voy al balcón a aplaudirle a la gente que se la juega de verdad en este brete histórico

Comentarios

Entradas populares de este blog

La ITI es un “Macguffin”

Desde hace unos meses que andan los actores políticos de aquí para allá y de allá para aquí dándole vueltas a los millones de la Inversión Territorial Integrada, la celebérrima ITI, y en qué se los van a gastar. Una día sí y otro también los papeles y los micrófono recogen las declaraciones de los artistas protagónicos, secundarios y hasta de los extras que están para hacer bulto y ruido en la escena, sobre el destino de los más de 400 millones que van a llegar a esta provincia tan ajena a las alegrías presupuestarias y tan huérfana de cariño administrativo. Qué si una carretera, que si un polideportivo, que si una rotonda, que si una plazoleta, que si un teatrico, que si una piscineja, que si tal que si para cual y para lo de más allá. Así llevan semanas amasando la ITI y sus dineros de comarca en comarca y de casa consistorial a casa consistorial prometiendo que la lluvia, de millones, está al caer y que habrá que ir comprándose cubos, barreños, damajuanas, orzas,   tazones...

CAGANÉ ESTREÑIDO

En Cataluña dicen que van a cambiar la Navidad por la fiesta de invierno y la Semana Santa por la fiesta de la primavera. Una consejo del Consejo Escolar de la región. Es decir que el popular "caganer" se quedará sin sitio para hacer sus deposiciones ya que en la fiesta de invierno no caben tampoco los belenes. La verdad es que cada día que amanece el número de tontos crece y no paran de buscar agujeros para meter la pata por decreto. Por el momento en los colegios de Jaén está permitido que los chavales se deseen felices Pascuas, pero si la ola catalana prospera de dificil manera se podrá casar ideologicamente la imagen de la alcaldesa socialista entregando, arrobada, su bastón de mando a la imagen de Nuestro Padre Jesús con esta mania de sustituir el crucifijo por una foto del presidente autonómico o a los reyes magos por un vejete con sobrepeso vestido de terciopelo rojo.

DIARIO DE UN CONFINADO II

A lo largo de las últimas semanas se está produciendo un fenómeno curioso. Basta con poner atención para percibir el latido vital de nuestros pueblos y ciudades. Abran sus balcones y ventanas y oirán lo que siempre pasaba y que no percibíamos. El encierro al que estamos sometidos los ciudadanos y a la parálisis obligada de sus herramientas y mecanismos está sacando al primer plano todos los ruidos que quedaban sepultados por la cacofónica actividad de nuestras rutinas diarias. El trino de los pájaros es una de las voces principales y las conversaciones de nuestros vecinos, con un poco de atención, se vuelven inteligibles y nos damos que las nuestras también pueden ser oídos por el resto de nuestro barrio. El silencio de los primeros días de confinamiento nos había atronado los oídos y estos, poco a poco, van sacándoles los matices a esa irreal banda sonora que por primera vez escuchamos. Estamos en momentos de muchas primeras veces. Estamos estrenando sensaciones que teníamos aga...