Jaén
es una provincia singular más allá de los tópicos que ceban y engordan los que
dirigen o aspiran a dirigirla. Es esta tierra fronteriza entre los que pasan de
largo y los que se largan para sólo volver en vacaciones o funerales. Las líneas
son cada vez más claras entre los difusos liderazgos y al personal se le está
quedando peor cara que a los pollos de Simago. Esto se mueve menos que los
caballos de Cubero y pollagorda el hornero ya no se la encuentra. Otra vez van
a sacar los muestrarios mitineros cada domingo para decir na más que chominás. Lo
que hace falta es hacer sábado en la mayoría de las comarcas en lugar de ir
dando la matraca como una chaqueta larga de mangas. Por lo menos que no nos
falte el humor. Escuché el otro día decir a unos parroquianos que echaban la
ligailla: es que los de Jaén somos muuuu de Jaén Jaén. Como el paisano que
acudió a la mansión del Profesor Xavier; el calvorota de la Patrulla X; para
presentar la solicitud para trabajar de superhéroe:
—¿Superpoder?
—Mire
usted yo es que soy muuu de Jaén, Jaén.
—Pues
serás ¡La Vística!. Pasa al fondo y que te den el uniforme.
Así
somos por aquí, algo pejigueras y socarrones, pero hemos sido capaces de darle
al mundo una referencia para medir los tontos que hay en el planeta: los
botellines del Alcázar. Se embotellaron millones de biscúteres en la fábrica de
cerveza, pero el número de tontos siempre crecía a mayor velocidad. Pero El
Alcázar entre el apollargamiento generalizado. Como esto no se arregle tenemos
menos futuro que un vampiro en Jamilena. Hasta el día 26 de junio volverá, un
día otro también, la burra al trigo y a pedir el voto. Con lo que echamos de
menos a la enamorada borrica de las gaseosas. Aquí estamos una semana más
atascados hasta las ingles en el mismo roalico sin que nadie mueva ficha salvo
las que se dan de baja en el padrón. Somos cada vez menos y no necesariamente
mejores por ser más viejos. ¡Ea! que estamos más agustico que ná viendo como la
polla los zagales tienen que echarse la mochila al hombro dejándonos a los
parientes hechos mistos en los andenes en los que crecen los adioses y la
frustración. Menos mal que llueve. ¡Agüica pa mis olivas! mientras que estos
hartizos se siguen peleando y echándose las culpas de ser los responsables de
que haya menos subvenciones. La paguilla. Eso también es muuu de Jaén Jaén. Es
esta, la de ahora, una realidad gris, de primavera a la contra. De airazo quiebrasombrillas
y levantafaldas. Estamos en un tiempo tan inútil como unas bragas de esparto.
En unas horas plenas de política de apechusques. De escaparates a lo Furnieles.
De hacer chapuzas para sobrevivir a tanto chapucero
Comentarios