Quien
tiene un jubilado tiene un tesoro ¿Cómo cambian los tiempos Venancio, qué te
parece?. Gracias a la habilidad de quienes nos gobiernan o nos gobernaron las
residencias de la tercera edad se están vaciando de inquilinos. Ya sea por un
rebrote del amor filial (una opción que en la mayoría de los casos es
secundaria) o por el atractivo de la pensión que cobra el abuelo (la causa más
probable que fundamente este fenómeno) los asilos se están quedando casi como
Fonseca. Los abuelos se han convertido en el mejor plan de apoyo a los
desempleados. La mejor estrategia para evitar que los parados terminen de caerse
al sumidero de la exclusión social.
No es raro escuchar, si se pone la oreja con
cuidado en cualquier lugar eso de:
—a
mi padre lo va cuidar un extraño… ¡me cago en tó!. Se viene a mi casa que es
donde tiene que estar ¡coño con su familia!
—pues
como tiene que ser. Le va estar dejando la paga a cuatro de las batas blancas
que no lo conocen de ná. Yo a mi madre la saque de la residencia hace cuatro
años y con lo de su cartilla le estamos pagando el aparato de los dientes a la
niña, la comunidad del bloque y cada quince días pos un carro del mercadona
—es
lo que digo yo…que el poquillo capital que tengan que se lo gasten en vida. Si como
los va a mirar un hijo no los va a mirar nadie… que se lo gasten con los suyos
—…y
lo que se entretienen con los nietos de aquí pallá. Desde que la abuela está en
la casa mi mujer y yo tenemos que salir de cañas solos. Qué si hace mucho frío
para el niño, qué si volvemos muy tarde, que así ella no se queda sola…
— además,
¡cojones!, que ellos se sienten útiles aportando su dinerico a la familia. Qué si
no es por ellos a muchos nos quitan la casa.
—
ahí le has dao. A mi me la dejó en herencia pero la tuve que hipotecar para que
no embargaran el camión y ahora que estoy en el paro ella paga el recibo.
—o
sea que va a pagar la casa dos veces…
—…
o tres, que como siga con esa salud de hierro le da tiempo a que me avale para
montar un negociete que tengo en mente
Conversaciones
basadas en hechos reales como un telefilm de domingo por la tarde.
conversaciones que se pueden escuchar fácilmente si se pone atención en esta realidad
provincial.
En
Jaén los yayos son legión. Son legión
con cuenta corriente y la pensión bajo el brazo. Entre ellos y los que cobran
la nómina de las administraciones los pocos que trabajan sostienen en sus
hombros la pirámide invertida. El vértice de arriba se les está clavando en el
morrillo a los trabajadores por cuenta ajena y cada vez el peso se hace mayor. El
otro día publicó este periódico que 20 de cada 100 curritos en Andalucía
cobraban los cheques del presupuesto público. Está claro que de dónde mucho se
saca y no se le echa fin se le ve. Hasta sin abuelos nos estamos quedando y ya
hay quien hasta puja por tener un jubilado en casa. Es decir convertir la vivienda en una pensión a cambio
de la ídem.
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