Mira
que han pasado años y se han hecho fotos, se han grabado imágenes y se han
oxidado tijeras a lo largo de todo ese tiempo, pero no hay nada que más le guste a un
prócer que inaugurar algo, lo que sea. Algo tiene que tener la cinta de
colores, coincidentes casi siempre con los que simbolizan el territorio en el que
se ubica lo inaugurable, para atraer a bandadas de corbatas y collares de
madreperlas cultivadas. Da igual lo que se piense u obligue a decir que se
piensa el carné que identifica a cada cuál: las inauguraciones son un autentico
festín para el poder: Yo puedo, ergo empuño la tijera y corto la cinta de
colores. Y así sonríen a cámara diestra y siniestra y posan con un retalito de
la bandera del país, la región o la comarca. Pero hoy no, hoy en este rincón los que saludan al
respetable desde la foto no son los de siempre, no son los de gesto
profesional, son los profesionales de recoger los gestos y de esperar a que
lleguen los del guiño al público con las tijeras en la mano y la sonrisa
experimentada por los años de ejercicio. Pero hoy no, hoy les ha tocado a los
que recogen esas caras encantadas de haberse conocido cortando cintas, recortando presupuestos.
En Cataluña dicen que van a cambiar la Navidad por la fiesta de invierno y la Semana Santa por la fiesta de la primavera. Una consejo del Consejo Escolar de la región. Es decir que el popular "caganer" se quedará sin sitio para hacer sus deposiciones ya que en la fiesta de invierno no caben tampoco los belenes. La verdad es que cada día que amanece el número de tontos crece y no paran de buscar agujeros para meter la pata por decreto. Por el momento en los colegios de Jaén está permitido que los chavales se deseen felices Pascuas, pero si la ola catalana prospera de dificil manera se podrá casar ideologicamente la imagen de la alcaldesa socialista entregando, arrobada, su bastón de mando a la imagen de Nuestro Padre Jesús con esta mania de sustituir el crucifijo por una foto del presidente autonómico o a los reyes magos por un vejete con sobrepeso vestido de terciopelo rojo.
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