EL POYETE

Esta es la columna de opinión que publica hoy el diario Ideal de Jaén y que firma un servidor.

DE PECHOS

Se me sigue quedando cara de pardillo cada vez que pongo 20€ de diesel en mi utilitario que dejaría de ser tan útil si los transportes públicos tuvieran horarios más útiles. Se me encoge el alma y el depósito se me expande con la continua subida de los hidrocarburos y sus impuestos. El barril de Brent se me ríe en las narices cuando se entera de que, yo que voy poco o nada al médico (por suerte para mí no para el médico), tengo que pagar el céntimo sanitario, que en realidad van a ser dos o tres, para tapar la cebolla que estos manirrotos de la Sanidad Pública tienen y mantienen para seguir contando con el voto cautivo del Vicks Vaporub, del Sintrón y el Dalsi.

A los ciudadanos nos deben ver, los que gobiernan, con forma y aspecto de tetas, de ubres, de mamellas, de senos, de melones, de peras ya que nos están estrujando, están mamándonos bien de lo lindo con la subida de la luz, las gasolinas, el gas, el Euribor, el IVA y todo lo que se les ha ido ocurriendo a esta patulea de gestores que, sin alterar el gesto, nos van dando puñalada trapera tras puñalada trapera.

Decía un baranda del gobierno de España, para explicar el tarifazo eléctrico, que no deberíamos quejarnos tanto ya que en el resto de Europa la luz es todavía más cara. Y se quedó tan pancho y tan ancho. Así que los españoles debemos pagar a escote lo que se ha ido yendo por el canalillo de la mala gestión.

Todavía, agárrense, nos dejan en pelotas para enseñar los pezones en la portada de una revista de desnudos, eso sí cobrándonos el impuesto de ir en cueros… y cuero es lo único que le queda a la cartera a la que ya no le podemos seguir apretando más tuercas.

Así que ahí estamos como Nadiuska en plena fiebre del destape. Con las domingas al aire, al igual que los domingos para los que ya no nos queda presupuesto para invertir en unos biscúteres en la terracilla primaveral. Hemos pasado de las raciones de calamares a la romana a racionar las cañas semanales. Cada vez que enciendo la luz veo una taza de caracoles que se me va por el desagüe eléctrico y ya he renunciado al aire acondicionado este verano si es que quiero comprarle el abono de la piscina municipal a mis niñas si es que para el verano todavía se puede llenar la piscina con la subida, que se espera me dicen, del agua.