Ando rodando por entre titulares y títulos de tipos que en su cargo jamás han llevado peso y su caminar sobre el piso no deja poso y muchos menos sonidos de pasos que nos aclaren lo que puso alguien para colocarlos al otro lado de la cola. Esa en el que la espera no tiene nombre de rabo y siempre te cuelan por la oreja en las mejores plazas de la comarca. Tipos que marcan la diferencia con sus camisas de marca que tanto se diferencia de las que usan los que leen el Marca en la barra del bar. Barbaridades que a diario se cuelan por entre los resquicios de los medios, a tiempo completo, o se oponen o se ponen siempre al servicio de las líneas torcidas, como la € de euro, que escriben derecho los mejores balances por mucho que estos se zarandeen.
Hace tiempo que no pasaba por aquí y el acá de este momento me deja un hueco entre las manecillas del reloj y dar un manotazo para cambiar lo de esta bitácora. Tomo aire y me vuelvo a andar entre los tis y los tus y los lares que ya tienen poco de hogar.
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