
La huelga general puede que no haya sido ni tan huelga, ni tan general para muchos y para otros tantos este 29-S puede que haya sido todo lo contrario: más huelga de la esperada y más generalizada de lo que se creía a priori. Pero más allá de esas distintas percepciones de la realidad de la jornada de paro está claro que a medio plazo y largo plazo el miércoles 29 se cobrará algunas cabezas y puede que hasta la caña de algún timón sindical y político.
La guerra de cifras de unos y de otros. El optimismo impostado desde primeras horas y la poca complicidad del ciudadano de a pié han dejado un gusto raro en la boca de los convocantes de la huelga general y un runrún que chirría en la maquinaria de quien gobierna.
Los veteranos de la movilización y la pancarta cabeceaban esta mañana con gesto serio y hacían memoria de otros paros generales en los que, ni los gatos salían a las calles.
Los sindicatos tienen razón en que la reforma laboral, aprobada y ya en vigor, ha sido la más dura de la historia democrática y que aún lo peor está por llegar desde el gobierno de Zapatero que apuesta por alargar la edad de jubilación. Sin embargo muchos ciudadanos, los afectados por la reforma y las decenas de miles de parados en la provincia se preguntaban esta mañana porqué los sindicatos han tardado tanto en reaccionar.
Parar un país no es tan fácil hay que contar con sus habitantes y no contarles que si tantos por ciento arriba o tantos por ciento abajo. El éxito no está en los números
Comentarios
Que cosas, a ver si se consigue algo...
Besicos desde logroño.