
El turismo de interior es el negocio de la feria Tierra Adentro en esta provincia de Jaén que apenas aparece en los carteles de las carreteras que siempre llevan a otros sitios.
Tan adentro se quedó Jaén que basta para darse una vuelta por las escasas estaciones de trenes que aún funcionan y los escasos viajeros que hay en sus andenes. Es casi tan difícil entrar en tren como salir de esta provincia subido en un ferrocarril.
POr no hablar de la red de carreteras y sus señalizaciones para que el despistado turista llegue donde tiene que llegar.
A ver si los de la cosa pública consiguen que Jaén sea tierra adentro y no profundo vacío en los mapas del negocio viajero.
Pues eso.
Comentarios
Menos mal que aún nos queda Bailén.