
Rasga la vihuela el gaucho contemplando las estrellas que nos parecen más bellas cuando uno es mas “desgrasiao” y los serranos hacen las maletas en busca de amores levantinos porque las novias que les prometieron hace años son justitas para llenar los hoteles.
Basta echar un vistazo a los padrones para darse cuenta de que los pueblos de la sierra a pesar de tan hermosos paisajes se quedan poco a poco sin paisanaje y los turistas que llegan a buscar el asombro de la naturaleza se siguen asombrando de lo difícil que es llegar a destino con el mono volumen por la falta de señales en las autovías y el exceso de baches en las carreteras secundarias.
Los puñeteros números se empeñan en señalar que el PIB de la provincia apenas se alimenta de las cuentas que pagan los viajeros en hoteles, fondas, posadas y paradores. Los que viven de esto son apenas 1.500, que se preguntan cuándo nos llegará el agosto a estos “carriles de silencio” de aldeas abandonadas y pueblos que agonizan en los que "milonga" Fierro acordándose de la lejana playa donde veranea el Guadalquivir.
Publicado en el semanario Jaen 21 en la sección "Fuego Cruzado"
Comentarios
Lo triste es que estos puñeteros gobiernos (el central y en autonómico) disfracen las cifras, nos pinten los "adelantos" como si fueran maravillosos, y a todo esto sin invertir casi ni un euro en ellos, poniéndose la medalla del buen desarrollo rual de nuestros bonitos pueblos y ciudades.
Todo lo que estos pueblos prosperen se debe al esfuerzo de sus habitantes.
Un saludo.
Por cierto, me ha gustado mucho tu comentario en Jaén 21 ¡Fenomenal!
Te recomiendo que te hagas con un ejemplar de Carriles de Silencio de Andrés Cárdenas.
Hace mas de 20 años que ya advertía de que la sierra se estaba llenando de pueblos y aldeas fantasmas.
Un abrazo