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SOMOS MENOS NO PEORES


Aldeaquemada es un sitio extraordinario para conocer el tesoro natural de Despeñaperros. No lo es tanto si te pones de parto o te tienes que trasladar de urgencia al hospital más cercano que aquí está muy, pero que muy lejano. Larva es pueblo en el que uno se asoma a lo agreste y puede percibir la reclamación árida del deseo que sube del Sur. Sin embargo aquí se acaban las carreteras y la banda ancha aún no conoce a la fibra óptica. Una de las multinacionales telefónicas informa en su web de que: “si hacemos referencia a la fibra óptica pura (FTTH), la provincia de Jaén cuenta ya con una cobertura del 28,30%. Por su parte, la fibra óptica híbrida (HFC), en Jaén, aquella que funciona con una combinación de fibra y cable coaxial, cuenta con una cobertura del 29,90%”. El 100% es para otros lugares. Podríamos seguir así recorriendo las comarcas de la provincia de Jaén. Son pintorescas y sin trenes. Son hermosas pero si carreteras de calidad. Los colegios e institutos, los centros de salud y hasta la red de transporte urbano reflejan el olvido sistemático de buena parte del territorio jienense. En las zonas rurales las cortijadas y aldeas abandonadas por falta de vecindario es paisaje común. Los caseríos ruinosos surgen como dientes cariados en un terreno en el que ya no hay nadie que lo cultive. La gente se va muriendo y los jóvenes se van marchando en busca de lugares en los que conseguir una buena comunicación para jugar al Fornite y que esto no sea una aventura en sí misma. Zonas cercanas a las grandes autovías de esta provincia también pierden población por que no existen planes, de verdad, para ponérselo fácil a los jóvenes. Por no haber no hay ni bonos de viajes mensuales para ir en autobús a la Universidad. La gente que trabaja en la capital tiene que llegar a ella en coche propio o inventándose grupos de blablacar domésticos. Los horarios son malos, los precios excesivos y los servicios, muy pocos están llenos de paradas y meandros en busca de más clientes. Jaén es la única provincia de Andalucía en la que la travesía de la autovía que la circunda no está iluminada a pesar de que, desde que se inauguró la variante, se instalaron centenares de farolas que nunca han funcionado porque la eterna discusión aún no ha identificado quien tiene que subir el interruptor. De la misma manera esa estrategia suicida ha hecho que presas como las del Víboras-Quiebrajano o Siles no tengan aún conducciones para llevar el agua a casas y campos. La despoblación en Jaén llega al territorio de toma de decisines y por lo tanto en las cercanías de la balsa del Cadimo no hay nadie que ponga en marcha los motores para regar y aliviar los arroyos cercanos. En Jaén somos cada vez menos. De hecho cada vez nos corresponden menos diputados, concejales y parlamentarios que elegir. Ayer domingo muchos de los políticos y candidatos acudieron a fotografiarse en la manifestación de la  España Vaciada. Son los mismos que siguen sin hacer nada para cambiar este paisaje en el que la grama, los zumaques y las zarzas ahogan viejos muros y someten a derrumbadas naves de apero. Cada año el número de esquelas es mucho más grande que el de nuevos apuntes en los libros de familia. Cada vez somos menos pero nunca seremos peores. Que lo sepan. Que se enteren. Por lo menos

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