Los
ciudadanos de Jaén todavía no se terminan de creer como es que una inversión
que ha costado más de 100 millones euros, que se terminó hace dos años y que se
anunció como la gran solución “sostenible” para solventar el tráfico de la
ciudad esté parada y se haya quedado en la vía muerta de los despachos.
Se
trata del tranvía que hace dos años que duerme en cocheras a la espera de que
alguien se haga cargo y lo haga funcionar. Por ahora ni la Junta , que fue la que puso
los millones, ni el ayuntamiento que era el destinatario del sistema tranviario
han dicho estos vagones son míos y los raíles se siguen oxidando a lo largo de
4´5 kilómetros en una ciudad que asiste resignada al intercambio de titulares entre ambas
administraciones para culparse de este fiasco.
¿Pero
porqué el tranvía no funciona? ¿De quién es el tranvía en realidad? ¿realmente
era necesario? ¿Estamos ante otro ejemplo del despilfarro del dinero público
que salpica la geografía española con infraestructuras inútiles y proyectos
descabellados? Estas son algunas de las cuestiones que siguen en el aire y que
24 meses después de terminar la obra siguen siendo incógnitas sin despejar en
la ecuación tranviaria de Jaén.
Lo
único que parece estar claro en este asunto es que quema en las manos de los
responsables públicos y como prueba de ello lo que desvelaba el alcalde de la
ciudad al responder a la enésima pregunta de ¿cuándo funcionará el tranvía?.
José enrique Fernández de Moya respondió diciendo lo que dice le dijo el
presidente Griñán en su última entrevista: “alcalde este asunto del tranvía es
un asunto endemoniado” y que por ahora no ha encontrado el exorcista adecuado.
Es
más, José Chamizo, ya ex-defensor del Pueblo Andaluz, se comprometía hace una
semana a mediar ante la Junta
para ponerlo en marcha, «no se entiende que una inversión millonaria no
repercuta en el bienestar de los ciudadanos. Me reuniré con quien tenga que
reunirme para buscar una solución». Siete días después era cesado de su cargo.
Otra «víctima de la maldición tranviaria» (como ya la llaman en Jaén) que se
une a la ex-alcaldesa socialista, Carmen Peñalver; y que perdió la alcaldía por
una abrumadora mayoría a pesar de que llevó en su programa electoral el
proyecto. Poco después abandonó su acta de concejal. Tampoco tiene mucha actividad pública el que fuera delegado de Obras Públicas durante el tiempo en el que se
gestó y terminó la obra, Rafael Valdivielso.
Ya
hay apuestas por saber quien será la próxima victima del «endemoniado asunto»
que diría Griñán
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