
Cómo estará la cosa de la cosa pública que hasta el ortodoxo José Blanco ha puesto en duda la existencia de las Diputaciones Provinciales. Qué nivel de telarañas tendrán los rincones de los arcas públicas que hasta los propios empiezan a remojar barbas ajenas y propias porque el andamio se tambalea y los que aguantan el invento ya no dan más de si ni de su cartera.
Lo de que España juega en la liga de campeones de la economía europea ya no cuela como no cuela que el ronzal que ata al perro a la puerta de la finca patria no es una longaniza. Tampoco se sostiene ni renueva el entramado de sujetos, que con su verbo y sus predicados, hablan de sostenibilidad y energía renovables. Citan; estupendos y ecológicos; a la biomasa y a su riqueza y entretanto la masa obrera y salarial tira de tarjeta para intentar mantener el estatus mientras que los gobierno se resisten a bajarse del coche oficial y a llevar ellos mismos sus carpetas… el safari publico se ha terminado y quien quiera fieras ya no las va a encontrar en las mil y una ferias con dietas y cinta inaugural incluida.
Comentarios