El
otro día me tropecé con una de esas conversaciones de barra de bar en las que
los parroquianos se quejaban amargamente de la cara de gilipollas que se les
quedaba, se nos queda, cada vez que
llegaba la factura de la luz. Esta es, más o menos, la transcripción de lo que
escuché en los cinco minutos que uno tarda en tomarse un café:
“Menudo palo. Vaya tela. Si sopla el
viento nos la suben y si no sopla también. Menos consejos para ahorrar
electricidad y más bajadas en los impuestos que te clavan cada mensualidad
disfrazados de transiciones o mutaciones ecológicas. Que si impuesto a la
generación. Que si palo a la cogeneración. Que si tasa de esto. Que si contribución
a lo eólico. Que si aporte a lo lógico Que si lo otro que si lo de más allá y
un 21% del IVA de postre. Mis enchufes parecen butrones. Cada vez que conecto
algo me sacan los cuartos. Son vampiros eléctricos. Nos chupan los voltios. Nos
dejan secos de vatios y ahora que la gente empieza a mosquearse aflojan el
dogal. Ellos venga a subir la luz y el gasoil y nosotros como cabrones a seguir
pagando, Poner el radiador no puede ser un artículo de lujo y estos luego se
van de concierto en avión privado. Ni derechas ni de izquierdas, no falla todos
nos follan con la factura de la luz. Mucho hablar de bono social, de horario
discriminado, de sostenibilidad y de la energía solar pero todos los meses hay
que apoquinar religiosamente o te cortan el suministro. Ahí si andan rápidos
pero para devolverte lo que Hacienda te ha cobrado de más en el IRPF necesitas dios,
ayudas y hasta tiempo te da de comer los mazapanes. Normal como luego los
colocan con buenos sueldazos y tarifa plana eléctrica ¿tú que harías? Vamos a terminar
todos enganchados a la farola como los dos chavales que sacaron en Onda Jaén. Entre
hipoteca, contribuciones y luz y agua y basura no hay güevos de llegar a final
de mes. Nos ven como a limones. No paran de estrujarnos fíjate lo que pasó con
los bancos y las cajas todos los juicios lo están perdiendo por cobros
indebidos. Nos la estaban metiendo doblada y bien hondo. No somos ciudadanos
nos toman como a una ubre de vaca. Es como lo de los radares los ponen para
sacarnos las perricas porque dónde hay peligro ná más que unas señales
amarillas y ¡hala! a circular. Pues yo la luz la saco del banco y que pongan
una ventanilla para ir a pagar en metálico. Encima les damos facilidades como a
las gasolineras, nos cobran cada vez más y encima nos tenemos que echar
nosotros el combustible. Somos gilipollas y lo peor que lo demostramos todos
los meses. Y si pones paneles solares en la terraza también te cobran. Claro te
llaman insolidario porque no quieres colaborar en sus gastos de trajes de sarga
y coches con conductores”.
Pagué
y me fui a casa pensando en lo de los enchufes entendidos como un butrón: «Agujero
que practican los ladrones en techos, suelos o paredes para entrar a robar.» Lo
mismo los españoles no somos tan tontos como se piensa nuestros gobernantes
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