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LA MÁQUINA DE HACER RUIDO


Hay un señor en Cataluña que ha inventado una máquina de hacer ruido. La enciende cada día a las nueve de la noche durante cinco minutos. Es un bidón metálico que da vueltas y al mismo tiempo es golpeado por unas barras de hierro. Asegura este señor que con la máquina se hace más ruido que con doscientas personas golpeando peroles con espumaderas. Dice que ya era muy cansado dar cazolerazos todas las noches para pedir la independencia catalana, además las cacerolas se estropeaban y cada vez eran menos los que acudían a las convocatorias. Fruto de la necesidad nació la máquina de hacer ruido que marca un antes y un después en la evolución del pensamiento humano. Estamos asistiendo al nacimiento de la protesta delegada en materiales reciclados y sostenibles extraídos de una chatarrería.
La máquina de hacer ruido que ha conseguido notable éxito mediático ya que el ingenio y su ingenioso inventor han salido en televisiones y ocupado portadas en los periódicos demostrando el cacofónico poder de su máquina y de cómo los vecinos están encantados de oírla a diario: «suena la máquina de hacer ruido. Son las nueve». ¡Chúpate esa Teresa! y ¡Ahí que lo llevas Villegas! Ha llegado a este país la protesta automatizada para pedir la liberación de Junqueras y  el resto de compañeros del prussés independentista.
Miquel Nogués se llama el inventor de esta máquina que por ahora sólo se oye en una pequeña localidad a riberas del río Ebro, Vinebre. Pero tal y como ésta el patio me parece que pronto será exportada al resto de España y resonar allí donde haga falta para que no haya menoscabo de los que protestan. Gracias a este portento mecánico los manifestantes, los exigentes y los demandantes podían seguir a sus cosas mientras la máquina ruidosa le calienta la cabeza a los gobernantes. Yo ya propongo hablar con el señor Nogués y que nos dé licencia para instalar varios de estos artilugios en la provincia de Jaén. Uno lo pondría en la plaza de Santa María con un interruptor bien a la vista o en su defecto un temporizador para que se pusiera en marcha a las horas en punto y que cada uno que pasare por allí adjudicara la demanda que más se ajustara a sus intereses. 
De la misma manera colocaría otras dos máquinas de hacer ruido en el Paseo de la Estación, a la altura de la sede de la delegación de la Junta en Jaén y otra en la plaza de las Batallas frente al Gobierno Civil. 
De la misma manera dotarlas de un mecanismo que las pusiera en marcha de manera alternativa para que con la batahola metalera les recordara a los sendos ocupantes de ambos edificios oficiales que aún les quedan muchas cosas por hacer y que cumplir. 
De la misma manera los responsables de las plataformas ciudadanas de Jaén y Linares, así como el resto de organizaciones y colectivos sociales podrían ponerse en contacto con Don Miquel y que les hiciera llegar los planos del ingenio sonoro para fabricar unas cuantas máquinas portátiles y fácilmente transportables, con sus baterías y con su autonomía suficientes, y poder usarlas allá donde las carencias de esta provincia sean notables. 
De la mismaa manera con poco dinero y con poca gente se montaría una zarabanda de tales decibelios que no hubiera más remedio que alguien hiciera caso o al menos se hicieran de verdad los sordos disparando la venta de tapones para los oídos en estas nuestras comarcas

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