Cuenta la leyenda que un amante despechado quiso abandonar este mundo por la vía rápida ya que sin su amada la vida no tenía sentido para él. Y quiso el destino que el desdichado atinara a pasar por Jaén y viendo a sus pies las vías del tren se dejó caer sobre las traviesas para obtener un matarile rápido e indoloro… murió de hambre. Eso es al menos lo que cuenta la leyenda, pero con el horario de RENFE en las manos algo de verdad si parece que hay en esta historia. Los trenes en la estación de Jaén son como perlas: escasos y raros. Tan es así que en aquella famosa campaña publicitaria de los 70 en la que se aconsejaba usar el tren en lugar del utilitario. Ya saben aquella en la que un niño le decía a su padre: “Papá ven en tren”. Pues resulta que un paisano con retranca me contó que si ese padre hubiera sido de la provincia hubiera respondido: “Lo que tu digas niño ¿pero por dónde?
Viene todo esto a cuento porque el otro día me topé con un anuncio de RENFE en el que nos felicitaban a todos los paisanos porque por fin podíamos ir a Gerona en sólo 7 horas y 40 minutos. Ya se sabe que el jienense es de ir mucho a Gerona a pasearse por el Barri Vell, coscarse de sus Baños Árabes y de camino practicar el catalán por si hay que volver a emigrar y poder negociar con los payeses el jornal de la recolecta de la avellana.
Además en 7 horas y 40 minutos a uno le da tiempo de verse entera BEN-HUR en la versión extendida del director, el “Cómo se hizo” y todos los extras del deuvedé. Así que usted, es un poner, se sube en Linares y le da tiempo de casi todo antes de llegar a Gerona. Es que le da tiempo hasta de pasar por Madrid para ir al Corte Ingles de Goya. Luego pasar por Barcelona detenerse en la Rambla a comprar un ramito de flores y sacar una foto a los pies de Colón con el esmarfón.
Vale que Jaén esté más cerca de Granada, de Córdoba o de Sevilla pero los trenes están más por irse para Gerona y no vamos a luchar contra el destino que quien nace lechón muere cochino. Así que no se ponga de mala leche, no frunza el ceño, échese los tres tochos de la 50 sombras de Grey en la mochila y viaje hasta Gerona en poco menos de ocho horas, porque si se empeña en viajar en ferrocarril a Granada lo mismo le pasa como a la Penélope de Serrat o al amante despechado del principio que se queda compuesto y sin novio y pasando más hambre que el lagarto de Jaén atado en una pita
Comentarios
Saludos, esta es la primera vez que me decido a escribir un comentario aunque paso mucho por aquí para entretenerme un ratito.