Uno de los más sorprendentes usos lingüísticos y conceptuales de quienes nos gobiernan o aspiran a ello ha sido sin lugar a dudas la “discriminación positiva”. Es decir que mientras te están jodiendo te van ayudando. Y todo por no conjugar el verbo favorecer, así que mezclaron la churra con la merina y les salió ese híbrido concepto que por reflejo creó la “discriminación negativa”. Tan lejos está de la realidad este asunto que la segunda acepción del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se dice que: discriminar es “dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos o políticos”… eso sí lo hacen de una manera positiva.
Y a todo esto ahora se une otra gran creación de la gran Magdalena Álvarez la “inejecución” de una obra que puede ir adelantada o atrasada (sic). Vamos que los albañiles en lugar de ir poniendo ladrillos los van quitando sin convertirse en empresa de derribos.
Por cierto el audio fue grabado en Jaén en octubre de 2004
Y a todo esto ahora se une otra gran creación de la gran Magdalena Álvarez la “inejecución” de una obra que puede ir adelantada o atrasada (sic). Vamos que los albañiles en lugar de ir poniendo ladrillos los van quitando sin convertirse en empresa de derribos.
Por cierto el audio fue grabado en Jaén en octubre de 2004
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