Anda la peña de moqueta y corbata alargando la Obra Pública hasta el infinito sin poner una sola piedra y conjugando en todos los tiempos y personas los verbos estimular, impulsar, licitar, estudiar, coordinar, estudiar, abordar. Infinitivos con los que tapar su incapacidad e inoperancia. Antes una silla tenía género para saber que artículo usar y las personas tenían sexo para saber si eran cóncavos o convexos. Ahora el género humano genera violencia de género sin saber el sexo de quien la ejerce o de quien la padece. El los/las enturbia el aire de una sociedad que quieren hacer andrógina y despersonalizada con el unto homogéneo que quiere tapar la ineficacia y la torpeza con el “necesita mejorar”. Hubo un tiempo en el que los analfabetos no sabían leer ni escribir, ahora existen reflejos de ellos que si saben interpretar el abecedario e incluso plasmarlo en un papel, pero no saben lo que leen, ni lo que dicen… los cojos y paralíticos ya no existen los han borrado con el eufemismo del ...