Jaén
es la provincia de los prodigios. Es una especie de Macondo a la contra. La
lluvia en lugar de quedarse cuatro años se nos va cada quinquenio. Aquí pasan
cosas que Miguel Ángel Asturias firmaría con tinta de maíz como la historia de
«Los hombres aceituna». Aquí se nos escapa un tigre y acecha por las calles de
Andújar como si fuera la selva de Coppola en Apocalipsis Now. Bajarse a mear
desde el río de la nacional IV y darse de fauces con el felino circense que fue
devuelto a la disciplina del show sin mediar daño para nadie. Tierra esta de maravillas
y sorpresas en la que una asociación de desempleados primayores tenía un cofre
lleno de dinero. Acabamos de enterarnos de que de la olla desaparecieron
100.000 euros y hasta dos de los parados han sido detenidos en el movimiento de
llenarse los bolsillos hurgando allá donde nace el arco iris. Ahora nadie sabe
de dónde salió la pasta para hacer estos macarrones, pero la verdad, como el
ahogado más hermoso del mundo, arribará a estas playas mareo arriba o marea
abajo. Comarca feraz esta en la que, el desempleo feroz se ceba en su
población, mientras que a otros desocupados unge con dádivas y regalías. Jean
Valjean se reiría, con un pan debajo del brazo, de cómo estos españoles se
creen que Javert no existe. Pero el pus, tal y como se ha demostrado por el
Levante, tiende a salir precedido del mal olor. O se saja la herida y se
desinfecta o la cangrena terminará por procesionar como la gusanera que ya
visita los pinares. ¡Ojo al dato ciudadanos! que hubiera dicho un procónsul en
la escalinata del ayuntamiento de Jaén antes de ser envuelto en la toga de la
polémica de los ediles ya no adscritos. La sangre no llegará hasta el pavimento
de Santa María. Como al tigre naranja escapado de la carpa las actas volverán a
su cauce. Que todo cambie para que todos sigamos igual. Igual de requetebién mientras
la zona muerta, como en un relato de King o Bradbury, baja por el norte. El
futuro del plan linarense no ha movido la aguja del contador Geiger en cinco
años. La inactividad ha dejado algunas zonas como radioactivas. Abandonadas
como las afueras de Chernobyl. Jorge Pastor lo dejó por escrito en este
periódico. El 54% de los trabajadores, especie en peligro de extinción como el
pájaro dodo, apenas llegan a cobrar el salario mínimo. Sueldos de rebajas. Solitarios
pilotos en busca de la constelación del perro. Realidad olvidada por los
partidos que siguen en lo más alto de la pirámide realizando sus liturgias para
tapar el sol con el dedo. No paran de lanzar cabezas cortadas escalinata abajo
para contentar al populacho. Apocalipto entre la autocomplacencia y la
pacatería. Madrid bien vale perder otro tren. Dicen que han dicho los numerosos
émulos de Enrique III que por aquí han pasado. Jaén provincia de paso al Congreso
o al Senado.
Desde hace unos meses que andan los actores políticos de aquí para allá y de allá para aquí dándole vueltas a los millones de la Inversión Territorial Integrada, la celebérrima ITI, y en qué se los van a gastar. Una día sí y otro también los papeles y los micrófono recogen las declaraciones de los artistas protagónicos, secundarios y hasta de los extras que están para hacer bulto y ruido en la escena, sobre el destino de los más de 400 millones que van a llegar a esta provincia tan ajena a las alegrías presupuestarias y tan huérfana de cariño administrativo. Qué si una carretera, que si un polideportivo, que si una rotonda, que si una plazoleta, que si un teatrico, que si una piscineja, que si tal que si para cual y para lo de más allá. Así llevan semanas amasando la ITI y sus dineros de comarca en comarca y de casa consistorial a casa consistorial prometiendo que la lluvia, de millones, está al caer y que habrá que ir comprándose cubos, barreños, damajuanas, orzas, tazones...
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