Hoy hago sitio en el poyete para que tenga lugar uno de esos debates electorales. Una de esos intercambios de opinión y de pareceres entre aquellos que optan a ser nuestros gobernantes. Sirven estas conversaciones para que el votante sepa cual o tal votando es el que más le pueda interesar, convencer o seducir. No hay nada más democrático, esclarecedor y ciudadano que con la palabra, dejando olvidados comportamientos violentos y exacerbados, se arroje luz sobre la política, los políticos y la forma de ejercerla. Aquí comienza el debate con una primera ronda de intervenciones. Candidato “A” al candidato “B”: No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no...