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LA CAMELLA


Anda la provincia como la famosa camella que transportaba a lomos a un numeroso grupo de pasajeros por un inmenso arenal. Es decir que va jodida. Va renqueando de sus patas económicas y con un nutrido grupo de tripulantes agarrándose con lo que pueden para no caerse y quedar atrás.

Y es que sus jinetes, los que la manejan y pilotan por entre las dunas, son tan numerosos que algunos ya se agarran a ella; a la camella; como si fueran ese famoso (muy a su pesar) granadino, metiendo cualquiera de sus miembros donde sea para no perder comba a pesar del riesgo de padecer  cangrena en tan íntima parte o la vergüenza de que, si alguna vez se llega al oasis, tengan que ser liberados por un apuesto bombero armado con una rotaflex en miniatura y un bote de lubricante.

Si señores, digan lo que digan los camelleros, aquí lo del paro no es culpa de los griegos. El drama del desempleo no es cosa de Sófocles ni el naufragio de los planes extraordinarios es una chapuza del bromista de Arquímedes.  Tampoco lo del cabreo de los santaneros es responsabilidad de los irlandeses y su manía de poner la cerveza pocha y encima sin tapa, ni siquiera de la industria que fabrica candelabros, toallas y albornoces de baño en Portugal. La verdad es que la camella no va, no va la provincia y no va Jaén. Le sobra peso y le falta agua y pienso. Así las cosas o dejamos caer lastre o nos quedamos varados en mitad de ninguna parte, a la sombra de espejismos de arboledas inexistentes y de mágicos lagos reflejados en la calima del horizonte

La brutal crisis económica que padecemos está teniendo, eso sí, un efecto positivo. Están cayendo uno tras otro los decorados y el cartón piedra de una realidad que apenas se sustentaba en los palillos y los ramales de la tramoya. La clase dirigente tiene que demostrar, ahora, como se administran los víveres para cruzar los vacíos páramos. Con los depósitos llenos cualquiera es capaz de encontrar el rumbo pero con la faltriquera vacía ya no es tan fácil y ahí es dónde tienen que esforzarse los que dicen ser buenos camelleros Y no jorobarla más de la que ya está de por sí (Jaén, digo) no tomando las decisiones adecuadas o tomando las erróneas. Vamos que se la saquen caiga quien se caiga

Comentarios

los lunes ha dicho que…
Me temo que algunos preferirán matar a la camella antes que soltarse.
Antonio Agudo ha dicho que…
Aún a riesgo de naufragar. O me salvo yo o no se salva nadie

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