
Ahora resulta, dos meses después de que se averiara, que nos enteramos que desde la estación de tren de Jaén se puede coger un AVE lanzadera hacia Sevilla, Cádiz y Córdoba. Y eso gracias a un intercambiador de vías que se rompió poco después de que lo inaugurara la singular ministra de Fomento Magdalena Álvarez.
Y una vez más, los que manejan la cosa pública se creen que teniendo un nombre para un proyecto éste se convierte en realidad. Y así resulta que llaman AVE lanzadera a un tren que repta hasta llegar a Córdoba. Llaman a aeropuerto de Jaén al que se sitúa en Granada. Llaman autovía el Olivar a una carretera que apenas tiene en funcionamiento 15 kilómetros y Autovía del Levante a otra autopista que sigue encallada en los papeles.
De la misma manera, estos que manejan la cosa pública, se piensan que repitiendo miles veces "presa del río Eliche", "presa del río Eliche", se levantará de la nada.
Pues eso.
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