No hay mejor rabico de pasa que el inicio de la precampaña y la cercanía de unas elecciones. Cuanto más reñidas mejor. No hacen falta ni memorina ni recordex en grageas o jarabe. Lo mejor para recuperarse de la amnesia de estos últimos años es que los partidos se pongan a elaborar las listas electorales. Así que, nada más empezar el proceso en la provincia, a la peña de la cosa pública comienzan a regresarle a las cabezas, surgiendo de entre las nieblas del olvido, vestidas con los jirones de la túnica del compromiso, las carreteras a medio hacer, los edificios a medio hundir y los planos sin pasar a limpio. Un fenómeno que se extiende por toda la geografía española a estas alturas del mandato, pero que en Jaén es mucho más rápido y mucho menos traumático. En esta provincia lo de la nemotecnia está chupado, no son necesarias el uso de complicadas técnicas para que se abran algunos de esos cajones del cerebro. No son necesarios los fórceps para extraer de la memoria la cantinel...