Menudo charco en el que se han metido. Las fuentes de Jaén están infectadas. Eso es lo que dicen las fuentes socialistas que han bebido de fuentes microbiológicas bien informadas. Otras fuentes, las de los populares, es decir las del PP, aseguran que sólo manan falsedades de esos papeles que han sido mojados en los pantanos de la manipulación y la tergiversación. Que están pisando unos charcos equivocados. Entre tanto los surtidores, húmedos de contentos, salpican, en gracioso y esforzado arco, el aire de la ciudad con amenazas de denuncias. Los juzgados van a chapotear entre los folios, cruzados ya acusadores, de los que se señalan con el dedo, mojado por la tinta fresca, con el que han firmado los consejos de asesores y equipos jurídicos. ¡A mi la legionela! gritan desde una trinchera. ¡ a mi la espartanos del cloro y la lejía! gritan desde la otra zanja. También aparecen, al olor de la gresca y el rumor de aguas bravas animadas por billones de insidiosos microorganismos. L E....