Siempre me he hecho preguntas. Preguntarse a uno mismo es lo que nos distingue del mono. Un mono no se pregunta por qué no hay plátanos. Va y los busca. El hombre, al igual que ese mono, se pregunta: por qué no hay plátanos… y un día más tarde se sigue haciendo la misma pregunta sin saber que la respuesta es la siguiente: no hay plátanos por que se los comió ayer el mono… Y es que hay preguntas que sólo las formulamos sólo los seres humanos que para eso estamos en un escalafón superior en la evolución. Aunque eso signifique que hemos perdido la capacidad de meternos el dedo gordo del pié en la nariz, saltar de rama en rama sin que nos elonguemos un tendón, que nos des asco despiojar a mano, o que no tener cuatro pulgares no nos permita rascarnos en esos sitios en los que tanto pica a cuatro manos. Pero en fin a lo que iba preguntarse es característica humana y yo inquiero: -Por qué Nacho, el de Médico de Familia, aparcaba siempre encima de la acera de su calle. .- Por qué los ladrones...