Cada mes ocurren cosas de cada mes. Son las mensualidades nuestras de cada treinta días. Asuntos que se repiten como una menstruación ajena el climaterio del futuro. Cada mes hay una luna llena y una cuenta corriente menguante. Cada mes el número de los que están a la cola aumenta y disminuye la cantidad de lo que ingresan mensualmente. La merma creciente y la creciente menguante esperanza de los que esperan una salida para evitar tener que salir de su tierra a la desesperada. Cada mes hay una nómina si se tiene suerte y si no se tiene el banco la convertirá en nada. La nómina o la suerte o ambas. Cada mes pesan más los recibos y recibís hipotecarios, crediticios, tarjetarios y asegurarios. Los muertos, el coche, la casa, la vida y la muerte empeñada en pagar facturas. Final de mes bordado en la boca como un punto de cruz que señala la fosa, los plazos y las tumbas donde yacen tantos sueños enterrados en infinitos finales de mes. Voracidad insaciable de este sistema parasitario que...