Quizás la mejor definición de lo que es un microsegundo se encuentra en el tiempo que transcurre entre que el semáforo se pone verde y te pita el coche que tienes detrás. Haga usted la prueba si no me cree cuando esté detenido ante la luz roja. Un parpadeo es una eternidad cuando se dispone del color verde. Pero antes de que le piten les cuento que esto viene a colación de lo que me cuentan que pasó este fin de semana en el centro de la capital y que bien podría extrapolarse al resto de ciudades de la provincia. Me refiero al robo de macetas y flores que el ayuntamiento había instalado para adorno y solaz de los paseantes. No tardaron los facinerosos en llevarse los pimpollos a manojillos dejando los parterres y arriates públicos como un vestuario tras pasar por allí el Peníscola Fútbol Sala (busquen las páginas de deportes de este periódico cómo quedó la cosa en la Salobreja). No hay derecho. Todos los años nos roban las flores. Flower Power to the People. De estar v...