Anda Jaén en el aire como muchos sillones de los ayuntamientos y los parapentistas de El Yelmo que aún se niegan a bajar para seguir viendo el espectáculo. Lo que no quema el fuego que lo talen las motosierras. Sacrificios vegetales al dios de la inversión pública. Una carretera, un parque bien valen unos cuantos árboles. Aserrín, aserrán las maderas de San Juan que en junio llegaron con el plan ENFOCA. A quien buen árbol se arrima más desnudo puede quedarse en la otoñada. Luz y humaredas que empujan hacia las sombras de esta provincia a 67.000 personas. Enjambre que no les debe enturbiar el sábado sabadete. Un pacto, una votación, un acuerdo y un alcaldete. Picaduras de historias rotas y quebradas por el síndrome del destrabajamiento. Las colmenas, llenas, del desempleo destilan el néctar amargo de la desesperanza. Apicultura de la chapuza, el apaño, el trabajillo y del jornal en negro. Supervive o emigra o amista con fulano para que zetano le diga a mengano que el lune...