El 14 de febrero de 2011 se llegaba al acuerdo y tres días más tarde se firmaba el certificado de defunción de la única compañía automovilística de Andalucía. La Junta decidía echar el cerrojo a la empresa de Linares, de la que poseía el 99% de las acciones tras la decisión de la multinacional japonesa, Suzuki, de dejar de fabricar sus coches en la planta de Linares. Corría el año 1995. En aquel momento el gobierno presidido por Manuel Chaves, inmerso en una campaña electoral de resultado incierto, comenzó a tambalearse cuando más de 70.000 personas se manifestaron en Linares para evitar la desaparición de Santana Motor y al grito de ¡te va a votar, te va a votar tú puta madre! o ¡2400 ni uno menos! la administración andaluza decidía asumir el patronazgo de la automovilística ante el riesgo de perder el apoyo en uno de sus feudos más sólidos, la provincia de Jaén y la muy socialista Linares. El gobierno de Chaves salvó el envite y los 2400 puestos de trabajo...