No estamos tan mal como creemos. Ya lo dijo Von Bismarck: España es una nación tan fuerte que ni los propios españoles han podido acabar con ella. Así que por mucho que os empeñéis en hacerme creer que vivimos al borde del apocalipsis social vais dados. Qué os den con un caña larga allí por donde la espalda va perdiendo su nombre para dejar de ser lo de atrás y convertirse en lo trasero. Dejadme en paz con lo de esto se hunde y lo del caos generalizado. Así que levantad la cabeza de los móviles y de las redes sociales y mirad quién pasea por vuestra calle. Quién llena las plazas de los barrios y las tiendas de ultramarinos. Deteneos por un momento al pasar por un colegio y quitaos los auriculares para escuchar el murmullo de los chavales saliendo al recreo o riéndose con las cristalinas carcajadas de la inocencia. Apagad las tabletas y los smarfones para saludar a los vecinos y no tropezad con el resto de peatones al cruzar el paso de cebra. Dad los buenos días con una sonri...