Vamos a tener que ir prescindiendo del sexo. Quienes nos gobiernan quieren que sólo seamos personas sin nada cóncavo o convexo que nos distinga. No tengo ningún género de duda y sí muchas certezas. El otro día atiné a escuchar en la barra de una bar como le espetaban a un tipo que su actitud era propia del heteropatriarcado opresor mientras que se defendía de lo que él, consideraba a su juicio, un ataque indiscriminado del matriarcado intolerante. Ya eufemizamos por encima de nuestras posibilidades. Tanto es así que el camarero apeló al sentido común de aquellas dos personas discutidoras para que ahondaran en su interior en busca de argumentos que les permitieran volver a ser dos personas amadoras y comprensoras y usar el café como bebedizo y no cómo arrojadizo. Ya veis que una pelea de novios es algo más profundo y complejo si se alumbra con la neolengua que están acuñando quienes nos gobiernan y se desvelan por colocarnos en el sitio que nos corresponde, a su juicio y pasando por...