Estrenamos un año que dicen hará del finiquitado 2011 un buen ejercicio. O al menos así lo indican los más prestigiosos oráculos económicos. Así que 2011 se fue dejando una herencia en forma de desempleo galopante, tribulación social y desazón económica. El tejido productivo de la provincia ha demostrado su extrema debilidad y se ha quedado deshilachado ante lo embates de los despidos y ERE´s masivos. El campo, esperanza de Jaén, encadena 4 campañas consecutivas sin poder vender el aceite de oliva a precios rentables y los augures de la Unión Europea ya traen nuevos recortes para la reforma de la nueva PAC. El turismo no termina de ser una alternativa de generación de riqueza. Lo de la matraca de la sostenibilidad y la biomasa es apenas un ejercicio desiderativo más que una realidad. Los partidos políticos viven entre el “no me creo lo que me está pasando”, del todopoderosos PSOE que ya va dejando de serlo, y el “esta es la mía” de los populares que acarician con la pun...