Estimado
amigo/a espero que al recibo de la presente se encuentre bien al igual que el
resto de su familia. Yo, le confieso nunca he estado mejor pero desde que
conocí que se convocan nuevos comicios he vuelto a padecer cierta desazón. Estoy
en uno se qué que es más un qué se yo. Un sin vivir en el que me pica hasta el
escaño desde el que defiendo, con denuedo y osada bizarría, los intereses
comunes de la circunscripción por la que resulté electo.
No
creo que el recibo de esta misiva le haya causado sorpresa ya que, fiel a mi
cita, cada cuatro años le importuno con estas letras para que tenga en cuenta
que, entre carta y carta; lo único que me preocupa es su bienestar y el de los
suyos. Ya me habrá visto, oído o leído
en los distintos medios de comunicación cómo, durante estos cuatro duros años,
he vuelto a partirme la cara por sus intereses y a batirme el cobre por el
mejor futuro para todos.
Ya
se que me podrían hablar de las carreteras aun quedan sin terminar, de las muchas
vías ferroviarias sin actividad, de las numerosas obras incompletas, de los
presupuestos dilapidados o desaparecidos, de las calles sin asfaltar, de los
sucios arrabales, de la poca y mala iluminación, del silencioso éxodo de las
áreas rurales y de las facturas sin pagar y las promesas pendiente, ya se que
algunos, por malmeter y en busca de su beneficio personal arrojarán dudas y
sombras sobre mi gestión, pero créame amigo/a todos y cada uno de los pasos que
he dado, todas y cada una de las veces que he apretado un botón desde mi
escaño, en todas y cada una de las ruedas de prensa que he protagonizado y en
todas y cada una de mis intervenciones públicas lo único que tenía en mente
era, y sigue siendo, la búsqueda de un mundo mejor y más justo.
Le
cuento todo esto en confianza ya que durante todo este último ejercicio he
tenido que hacer frente a numerosos gastos, por supuesto siempre pensando en el
bien de la comunidad, y decidí dar el paso de mover el mercado inmobiliario por
mi fuerte compromiso con este sector, fundamental para la creación de riqueza y
empleo. Así que fruto de esa inquebrantable fe en su apoyo y refrendo me hice
de la propiedad de uno de esos apartamentos tan coquetos que convierten a
nuestras costas y serranías en lugares paradisíacos y a los que no paran de
llegar visitantes. Espero que con este sacrificio personal sea suficiente para
poder dar ejemplo del impulso que necesita el sector turístico. Un sector
imprescindible y en el que muchos de nuestros jóvenes encuentran su primera oportunidad
laboral. Así que, yo que soy persona de fuertes convicciones, no tengo ninguna
duda de que en la próxima cita con las urnas recibiré de usted y del resto de
electores los votos suficientes para mantener vivo mí ferrea actitud en pro de
nuestra comunidad que atesora grandes valores en los que la cultura, la
diversidad y la singularidad de sus gentes se hacen presentes en todos y cada
uno de sus hermosos pueblos.
Dicho
lo cuál, sin arredrarme ante el incierto futuro, he decidido hacerme con una
hipoteca sobre una segunda vivienda y de paso llamar la atención sobre mi
irrenunciable confianza en el mercado hipotecario y en el sistema bancario que
con tanto esfuerzo hemos, entre todos, y todas, construido para sustentar el
armazón de un sociedad que conviva en armonía y equidad solidaria.
Sin más que añadir y a la espera de sus noticias reciban un fuerte y
comprometido abrazo de un candidato/a.
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