Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2017

UN CAFÉ DE MAÑANA

«Lo que no pase aquí no pasa en ningún sitio». Me dice un parroquiano bie temprano mientras tomamos café. Me cuenta que en Cazorla un jepeese traidor encajó, hasta atraparla sin posibilidad de salida, a una furgoneta en un callejón. Me cuenta mi compadre que el conductor del tontón malévolo se fío de la tipa y girando a la derecha y luego a la izquierda acabó empotrado entre dos esquinas y siendo portada de papeles y pasquines en el balcón de Zabaleta. «Es que en Jaén ni el guglemaps funciona. Esa furgoneta es como la provincia que va dirigida de oídas y pasa lo que pasa. Atascaos hasta las asas». Asegura otro cliente, lapidario, de esos que se leen el periódico de pé a pá y puntúan cada titular con resoplos y gruñidos. La verdad es que no le falta razón. Seguimos a pies juntillas el manual y acabamos en la calle salsipuedes esquina con ágarrate que te caes. «Por no hablar del tren y de la madre que los parió» insiste otro señor al fondo, donde siempre hay sitio. «Tú pones en e

PALABRAS

Las palabras son como una bandada de estorninos escribiendo en el aire blanco de cada mañana. Arabescos esdrújulos y cambiantes en lo minúsculo y lo mayúsculo. Dibujos de fonemas. Morfemas de sonidos. Ruido de fondo en la radio de cada mañana. Rumor de vidas por vivir en los patios de casas vecinales y escuelas construidas a la vera de viejos quioscos. Voces y pregones en las calles y mercados. La naranja güasintona y melones a cinco euros la caja. La llegada del tapicero y frutas dulces como el caramelo. Insultos y saludos en caminos y veredas y el ir y venir de interjecciones y abrazos. Ruido de gente haciendo lo suyo en un cielo de color folio en blanco. Día por vivir con lo que venga aunque no nos convenga. Días de holas y preposiciones. De adioses, prefijos y sufijos de indeterminados calificativos que perfilan el paisaje de los paisanos que salen a buscarse la vida con el olor del pan recién hecho y del periódico recién impreso. Carreras por los pasillos de casa buscando

SOMBRAS

Jaén vuelve a leer a Platón. Lo hace ahora por sus vínculos televisivos e históricos con una Atlántida renacida a lo Eric von Daniken. Bergier y Pauwels hubieran, de haberlo sabido, ubicado el retorno de los brujos en la ciudad que fue (una populosa villa de la Edad del Bronce) con una que jamás lo será (una ciudad de la Justicia habitada por demoras, torpezas, engaños y retrasos) y con la ciudad que es (convertida en un dédalo de callejuelas estrechas adelgazadas por la voracidad urbanística). Pero Jaén ha tenido desde siempre una conexión muy directa con el discípulo de Sócrates, ya que esta provincia aún vive en las sombras.   Un territorio y unas gentes que siguen en la mitológica caverna asistiendo a la eterna proyección de espectrales figuras en las rocosas paredes. Creyendo, felices e ignorantes que esa es la única realidad posible. Que viven sus vidas ajenos a las ataduras que los mantienen en la brumosa penumbra. Gentes que pasan sus días y sus noches, enredadas en esté