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Mostrando entradas de diciembre, 2018

FRÍO

Frío. Esta ha sido la palabra más pronunciada a lo largo de la semana recién terminada. Frío. También ha sido la sensación que más se ha notado en todos los ambientes de esta provincia tan de calores sofocantes y escarchas paralizantes y de tan pocos términos medios. Tanto es así que me acuerdo de Mercurio el dios del Comercio y de cómo algunos se comían la Cámara del ídem de Jaén a besos y a titulares masajeantes y ladinos. Ahora a la Cámara la desmemorian en un vergonzante olvido por haber convertido a Jaén en uno de esos lugares en los que pasan cosas que en otras tierras no. Frío. Helado viento recorre los pasillos del otrora edificio barco que ha puesto proa a las semillas de chumberas e higueras locas que ya crecen entre las grietas de sus muros. Frío que también se mete entre los despachos de altos y bajos rangos administradores que han visto como a sus sillones les han salido raíces y a sus cajones les han rebosado los recuerdos de tres décadas que se quedaron helados tras

MENOS ORGULLO, MÁS PRUDENCIA

A día de hoy todavía siguen mirando, incrédulos, la pantalla del ordenador que refleja los resultados de las últimas elecciones en España. Ninguno de los afectados se las cree o por muy buenas o por muy malas y caen en el error de culpar a otros del fracaso o de atribuirse en solitario el éxito. La soberbia les puede. El progresivo alejamiento de los ciudadanos, ya sean sus votantes o no, les vela la mirada y cubre con una orgullosa niebla de orgullo el autentico paisaje de la sociedad a la que pretenden guiar hacia el mejor futuro. El francés Macron se las prometía muy felices apretando el tornillo de los impuestos a los carburantes y se ha encontrado con un “arde Paris”. No. Los ciudadanos no somos unas ubres a las que echar mano cuando la cántara oficial se va quedando seca. Los «chalecos amarillos» han puesto de manifiesto que todos tenemos un límite y las urnas en Andalucía han señalado que el poder no es patrimonio de quien lo ejerce si no de quien lo delega.   «La soberbia es

MORALES

Ayer tuvimos la oportunidad de elegir a nuestros representantes para el Parlamento regional. No se deje engañar todavía no podemos votar directamente a un candidato para que sea presidente. Seguimos delegando el voto en un grupo de personas que, mejor o peor (espero que sea más de lo primero que de los segundo), deben cumplir con los compromisos contraídos con sus electores. De los resultados de la fiesta de la democracia de ayer ya tienen cumplida información en estas páginas y no me reiteraré en ello. Son un grupo de hombres y mujeres que en breve tomarán posesión de sus escaños y a los que pido asuman esa tarea con la sana intención de mejorar la imagen de la clase política y de los políticos que, en más ocasiones de las deseables, caen en el pozo corrupto y hediondo del abuso de su poder en beneficio propio y de los suyos. Siempre olvidando a la mayoría. Ya se qué sólo son unos pocos pero su comportamiento mancha el buen nombre de cientos, de miles de cargos públicos. Concej