Ir al contenido principal

PROVINCIDIO


El concepto de la España vacía engloba a lo que ocurre en esta provincia secularmente. Jaén forma parte  de la España eludida o evitada y basta demostrarlo enseñando los mapas que cartografían la sesgada geografía inversora de los últimos decenios. A poco que uno se asome a la barandilla que deja ver los pogüerpoints de lo modernos agrimensores se da cuenta como nos eluden las vías del tren. Que la capilaridad de los raíles riega otros territorios. Lo mismo pasa con las carreteras o los caminos que sólo pasan por aquí y de los de aquí. Somos como la clavícula para la aorta: un pequeño inconveniente para conectar las partes que les importan. Cómo muestra ese botón absurdo en la chaqueta de los responsables que tomaron la decisión de que un tren parara en Linares-Baeza y en la que no podrían bajar ni subir pasajeros, sólo se permitiría el cambio de conductor del convoy que unirá Madrid con Granada. Para mear y no echar gota. Otras de esas bofetadas que tan a menudo nos cruzan la cara y que solemos soportar con silenciosa resignación. Tal barbaridad se iba a cometer que el patricio ministerial responsable de estos asuntos se apresuró a salir al ágora digital que sombrea las alas del pajarito de Twitter y escribir, muy estupendo: ya he dado órdenes para que ese Talgo tenga para intermedia en Linares-Baeza. Es decir que antes hubo órdenes que ordenaron lo contrario. Lo que valida la teoría de que la España eludida existe y que cuánto más se elude desde el BOE o desde el BOJA a territorios como el de esta provincia estos se vuelven más livianos e incorpóreos. Tierras que van entrando en la memoria desvaída de lo soñado y lo legendario. Nos estamos convirtiendo en esos páramos que transcurren fugaces y que quedan envueltos en la bruma. Paisajes que excitan la imaginación del viajero que mira desde la lejana ventanilla de un tren que siempre va a otra parte. Forasteros que idean fantásticas historias hasta llegar a esas modernas y cosmopolitas estaciones ferroviarias en las que la realidad les limpian los pocos jirones de serranía y campiña que se dejaron entre medias de su salida y llegada.
Tan eludidos estamos por estos pagos que los que mandan no nos visitan para prometernos lo de siempre salvo en fin de semana o porque les pille de paso o de dieta una cita capital y capitalina. Somos estación de tránsito en la que apenas se apean los gerifaltes para ordenar el cambio del conductor por el correturnos de turno. En el sentido literal y el figurado. Nos eluden en este prolongado provincidio en el que se cuenta que un paisano suicida quiso poner fin al mal de amores que sufría y se tumbó en las vías del tren a la espera de escuchar el pitido mortal de la locomotora. Murió de hambre



Comentarios

Entradas populares de este blog

CAGANÉ ESTREÑIDO

En Cataluña dicen que van a cambiar la Navidad por la fiesta de invierno y la Semana Santa por la fiesta de la primavera. Una consejo del Consejo Escolar de la región. Es decir que el popular "caganer" se quedará sin sitio para hacer sus deposiciones ya que en la fiesta de invierno no caben tampoco los belenes. La verdad es que cada día que amanece el número de tontos crece y no paran de buscar agujeros para meter la pata por decreto. Por el momento en los colegios de Jaén está permitido que los chavales se deseen felices Pascuas, pero si la ola catalana prospera de dificil manera se podrá casar ideologicamente la imagen de la alcaldesa socialista entregando, arrobada, su bastón de mando a la imagen de Nuestro Padre Jesús con esta mania de sustituir el crucifijo por una foto del presidente autonómico o a los reyes magos por un vejete con sobrepeso vestido de terciopelo rojo.

METER LA PATA HASTA EL CORVEJÓN

Lo de meter la pata hasta el corvejón es algo innato en el ser humano desde la mas remota antigüedad. De hecho si los animales tuvieran esa capacidad, que no la tiene todavía, dirían hemos metido la pierna.Quizás la primera gran metedura de pata de la historia fue la del “hombre antecesor” mientras caminaba por la sierra de Atapuerca, con tan mala fortuna que a meter la pata en la sima de los huesoso y o volvió a salir de allí hasta un millón de años después.Metió la pata también, Viriato, al elegir a sus colegas de farra guerrillera o al pagarles un sueldo tan esmirriado que en cuanto vieron brillar el oro romano tomaron las de VilladiegoY es que todos metemos la pata pero lo peor es que quede escrita en la historia por los siglos de los siglos y lo que era algo articular pasa al dominio público para que se publiquen libros y se hagan chascarrillos.Otro gallo le hubiera cantado a Dupont, mucho menos el de la cárcel de aquel castillo, si no hubiera metido la pata en Bailén, donde Casta

DIARIO DE UN CONFINADO II

A lo largo de las últimas semanas se está produciendo un fenómeno curioso. Basta con poner atención para percibir el latido vital de nuestros pueblos y ciudades. Abran sus balcones y ventanas y oirán lo que siempre pasaba y que no percibíamos. El encierro al que estamos sometidos los ciudadanos y a la parálisis obligada de sus herramientas y mecanismos está sacando al primer plano todos los ruidos que quedaban sepultados por la cacofónica actividad de nuestras rutinas diarias. El trino de los pájaros es una de las voces principales y las conversaciones de nuestros vecinos, con un poco de atención, se vuelven inteligibles y nos damos que las nuestras también pueden ser oídos por el resto de nuestro barrio. El silencio de los primeros días de confinamiento nos había atronado los oídos y estos, poco a poco, van sacándoles los matices a esa irreal banda sonora que por primera vez escuchamos. Estamos en momentos de muchas primeras veces. Estamos estrenando sensaciones que teníamos aga