Hace
unos días la vía ferréa se cortó durante unas cuántas horas entre las
estaciones de Larva y Huesa a causa de una avería. Los Talgo
entre Madrid y Almería quedaron detenidos. Aquello apenas dió para un
breve titular en las noticias. A mi me recordó que en septiembre de 2007
sentado en mi poyete atiné a escribir un texto titulado «¡Cómo mola
vivir en Jaén». Nueve años más tarde, con más
musgo en la piedra, más arrugas en el rostro y más decepcionado que
ayer, pero menos que mañana, sigue vigente:
«Esto
es un autentico paraíso en el que la vida transcurre apacible, sin
sobresaltos y sin que se monten unos tremendos pollos cada
vez que el tren de cercanías no llegue por culpa de una catenaria
averiada.1º en Jaén no hay cercanías y por lo tanto estamos libres de
esos soberanos sustos y 2º, aquí la peña no es tan toca pelotas como lo
son catalanes y madrileños, que por que se colapsen
los servicios ferroviarios o se inunden tres tramos de la M-50 empiezan
a dar el coñazo con que en esas circunstancias no se puede vivir, que
se quedan sin puente esa semana, que si las vacaciones se les
estropean...
Fíjense, sin ir más lejos, aquí en Jaén somos tan longevos por que no nos hacemos mala sangre con lo del tren y con lo de las autopistas de peaje. Aquí se cortó la vía del tren en Las Madrigueras y a la peña la montan en un autobús hasta pasar Linares-Baeza y van tan contentos sin que les griten a los micros de los telediarios que lo que ocurre es tercermundista: primero en autobús, luego andando, luego en el coche de San Fernando hasta que llegas a tu vagón… disfrutando del paisaje que tenemos en la provincia y sin joder a nadie con la cantinela de que llegas tarde a la boda de tu prima o a recoger la llave del apartamento.
Ya ven, aquí una tormenta se lleva la vía, el talud, las traviesas y no nos enteramos de que hasta sabe dios cuando por ahí no pasan los trenes y Santas Pascuas. Con tranquilidad, con dos güevos.
A quién le molesta el ruido del aviones al despegar en esta provincia…pues a nadie… que para eso hemos sido mas listos y les hemos colocado las pistas a los granadinos para que ellos apechuguen con las molestias y nosotros a la breva, a lo bueno, a recibir turistas a mogollón que están las estadísticas que se me salen de las celdillas del Excel.
Y si nos hemos librado de la contaminación acústica de los A-380 y los Jumbo que me dicen de nuestra astucia y sagacidad que nos ha escaqueado de aflojar peaje en las carreteras y de la sangría del tío de la caseta.
Si es que aquí vivimos como Dios. Sin sobresaltos, ni repelús. A ver amigo lector cuándo fue la última vez que tuvo que hacer cola para entrar al teatro a disfrutar del Rey Lear, pues nunca. Por que aquí hacemos cola para cosas importantes, como para ir al médico o para firmar la tarjeta del paro, o para coger la tapa de las cañas, porque esa es otra, dónde ponen tapas gratis con la cerveza. Si es que hay que dejarse de tantas chominás y disfrutar de lo que se tiene.
Además los españoles ya no se conforman con nada y están siempre dando por saco, no como nosotros que estamos tan contentos y tan longevos con este aceite de oliva que es un primor para el colesterol, que ni los japoneses viven mas que nosotros y por eso se suicidan como lemingos, seguro que es por que les nubla la cabeza el ir montados en el tren bala que tienen en Tokio, que eso no tiene que ser ná bueno el correr tanto ¡coño!»
Fíjense, sin ir más lejos, aquí en Jaén somos tan longevos por que no nos hacemos mala sangre con lo del tren y con lo de las autopistas de peaje. Aquí se cortó la vía del tren en Las Madrigueras y a la peña la montan en un autobús hasta pasar Linares-Baeza y van tan contentos sin que les griten a los micros de los telediarios que lo que ocurre es tercermundista: primero en autobús, luego andando, luego en el coche de San Fernando hasta que llegas a tu vagón… disfrutando del paisaje que tenemos en la provincia y sin joder a nadie con la cantinela de que llegas tarde a la boda de tu prima o a recoger la llave del apartamento.
Ya ven, aquí una tormenta se lleva la vía, el talud, las traviesas y no nos enteramos de que hasta sabe dios cuando por ahí no pasan los trenes y Santas Pascuas. Con tranquilidad, con dos güevos.
A quién le molesta el ruido del aviones al despegar en esta provincia…pues a nadie… que para eso hemos sido mas listos y les hemos colocado las pistas a los granadinos para que ellos apechuguen con las molestias y nosotros a la breva, a lo bueno, a recibir turistas a mogollón que están las estadísticas que se me salen de las celdillas del Excel.
Y si nos hemos librado de la contaminación acústica de los A-380 y los Jumbo que me dicen de nuestra astucia y sagacidad que nos ha escaqueado de aflojar peaje en las carreteras y de la sangría del tío de la caseta.
Si es que aquí vivimos como Dios. Sin sobresaltos, ni repelús. A ver amigo lector cuándo fue la última vez que tuvo que hacer cola para entrar al teatro a disfrutar del Rey Lear, pues nunca. Por que aquí hacemos cola para cosas importantes, como para ir al médico o para firmar la tarjeta del paro, o para coger la tapa de las cañas, porque esa es otra, dónde ponen tapas gratis con la cerveza. Si es que hay que dejarse de tantas chominás y disfrutar de lo que se tiene.
Además los españoles ya no se conforman con nada y están siempre dando por saco, no como nosotros que estamos tan contentos y tan longevos con este aceite de oliva que es un primor para el colesterol, que ni los japoneses viven mas que nosotros y por eso se suicidan como lemingos, seguro que es por que les nubla la cabeza el ir montados en el tren bala que tienen en Tokio, que eso no tiene que ser ná bueno el correr tanto ¡coño!»
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