La Semana Santa les mola mucho a los políticos. Les pone de tal manera que hasta los sube a los balcones como cantaores de saetas. Algunos contribuyen a participar en las «petaladas» a las imágenes y lo hacen a manos llenas con la costumbre de quien hace llover subvenciones, prebendas, ayudas o… pétalos. Que lo importante es hace llover lo que sea. Son como Saulo. Se caen del caballo del laicismo o de la montura de la distancia y se levantan llamándose Pablo Pueblo. Aparecen sacudiéndose el polvo del camino y de la coraza al ritmo de la canción de Rubén Blades. Están en su salsa dejándose ver en los encuadres de las televisiones que caen de hinojos ante las imágenes con las que comparten plano. A Dios rogando y con la cámara grabando. Ahora toman el relevo del capataz para una «levantá» en Lunes Santo y a la semana siguiente le hacen la pascua a los colegios concertados. En clase, religión a lo mínimo que estipula la LOMCE.
La coherencia no es como la esperanza. La coherencia es lo primero que se pierde cuando te los encuentras portando palmas de amarillo alicantino el Domingo de Ramos. Son la peña que aconseja no poner la equis en otra casilla que no sea la de la quiniela. Son como los republicanos irredentos que festejaron por todo lo alto que su equipo de fútbol ganara de la Copa de Su Majestad. «Sans-culottes» calentándose al Rey Sol hasta coger moreno primaveral. De cañas bajo el cañizo se ponen estupendos asegurando que Ben-Hur es una película vieja y rancia. Que para persecuciones chulas las de Need for Speed y que les den a las cuádrigas y al Mesala por el cardo máximo. Menos pelis de romanos y más comedias urbanas. Más Coixet y menos Wyler. La cosa filmográfica hay que modernizarla y no me pongas más jamón de tapa que hoy es Viernes Santo y peco.
Este lunes todos de vuelta al tajo, quien lo tenga. Algunos lo harán dorados de vacaciones. Otros pálidos color estadística INEM. Pero ellos guardarán las túnicas y capirotes oficiales hasta el año que viene porque ahora toca lustrar los botos del Camino. Valverdes que trufarán de romero y jara peregrinando, vía satélite, por los caminos romeros entre el Guadalquivir y el Quema. Los dos ríos de los votos bajan de la sierra a la marisma que hubiera cantado Lorca. Jinetes marcando silueta en los carteles electorales. Anuncios «vintage» del Nitrato de Chile con el letrero «always look on the bright side of life» que para eso están haciendo el camino a Europa.
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