Los güasaps están que echan humo. Es la manera en la que ahora las gentes se calientan las manos ante el frío que nos ha vuelto a dejar helados en esta provincia de extremos: o te cueces o te congelas. No hay término medio ni Aristóteles que te crió ni termómetro que te mate. Pero como te cuento, probo lector, los telefonillos echan chispas con lo que ha ocurrido con el tesoro de Úbeda y el tesoro; este otro arqueológico; del Giribaile.
Los unos por los otros los tesoros sin barrer. Cuando no es un facineroso que arrambla con la taleguilla ubetense repleta de monedas de oro se trata de un peñasco que se desploma sobre un oratorio visigótico y te deja hecho un “cristo” uno de los yacimientos arqueológico más fetén de todo el territorio provinciano. O sea paisanos que estamos más vendidos que la cosecha de aceite de este año.
Basta que te metan la palanca entre el marco y la hoja y salte la caja de caudales sin que las Webcams graben ni se cosquen de lo que rula por su barrio. Así que las 182 pirulas de oro que datan del siglo XVIII seguro que ya están en la cazoleta y en la trastienda de un “ComprOro” de matute para hacerlas lingotillos y sacarse unas perras. Que el arte mola, y más si es del XVIII, pero más molan unos cuantos "binladen" para aliviarse la golilla que te aprieta el gaznate como el cansino de la caja de ahorros. El mismo que te da con el garrote, más vil que nunca, de una hipoteca atornillada al aval de tus padres.
Así las cosas basta con que un peñasco de los de toda a vida se deje caer. Una peña de Damocles, ¡lavín que peña!, que pendía desde hace siglos sobre el oratorio va y que se descuelga obedeciendo a la fuerza de gravedad. Se tira al vacío desoyendo los rezos de los responsables de la cosa pública que se encomendaban al patrón de los retrasos. Plegarias que pedían que la roca rodara en el mandato de otro.
El yacimiento del Giribaile, el mismo que se quería engarzar en las joyas de la corona del turismo más Know-How, se ha derrumbado sin pedir permiso y dejando las calzas y los huecos al aire. El que venga atrás que arreé y rocandrroll, que mascullaba el Coronado en la peli del Urbizu. Otro día hablaremos de si Vandelvira, hoy en día, encontraría trabajo como arquitecto en la provincia o tendría que emigrar a Alemania a retocar la seo de Ulm,… hummm..., hummm..., habrá que decirle que se abra un Skipe para ahorrar en conferencias.
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